Los peores presagios se cumplieron este martes. La ley de amnistía ha quedado en papel mojado en su primera votación gracias a Junts per Catalunya, que cumplió su amenaza de tumbar la norma si el PSOE no incluía sus enmiendas para desterrar las menciones al terrorismo en el articulado de la misma. Ahora se ha abierto una nueva fase para una legislación creada con el objetivo de indultar a los implicados en el procès que, sin embargo, no tiene visos por el momento de que algo pueda cambiar. Los partidos que conforman la coalición acusan directamente a los de Carles Puigdemont de tirar por tierra un trabajo que "tiene todas las garantías" y "es impecable", y denuncian el "error" de los nacionalistas catalanes. Sumar ha ido un paso más allá con un análisis mayor. "García-Castellón ha logrado su objetivo", ha sostenido Jaume Asens este miércoles.

Sumar denuncia el "error" de Junts

Con lo ocurrido en la tarde del 30 de enero en el Congreso más reposado, las opiniones analíticas han flotado en un mar de críticas y ánimos caídos. El movimiento de Junts ha dejado en un limbo una norma que lleva meses en negociaciones fundamentalmente entre estos y el PSOE, pero también con ERC y Sumar. Precisamente estos últimos se han pronunciado muy contundentes este miércoles sobre la postura de los de Puigdemont, que tildan de "maximalista" y poco flexible. Así lo ha dicho Jaume Asens, negociador de Sumar en la ley de amnistía, quien ha llamado a volver a buscar una "posición intermedia" entre los socialistas y los neoconvergentes tras romper todos los puentes en una primera fallida votación.

"Es una prórroga pero la situación es complicada", ha comenzado esgrimiendo el exdiputado fucsia en una entrevista en el programa Els Matins de TV3. Allí ha tildado de "error" la postura de Junts, que dice quiere "extender la cuerda" con una "posición maximalista de todo o nada". "Ahora la ley está en un limbo, un impasse, y puede pasar cualquier cosa", ha reconocido el catalán. Sin embargo, y tal y como ha expresado la cúpula de Yolanda Díaz, tras el batacazo el foco se coloca en llegar a un nuevo acuerdo en el periodo que se abre desde este momento. Y es que las dos formaciones tendrán un plazo máximo de un mes para modificar la ley, aunque podría reducirse a 15 días si se aplica el trámite de urgencia.

Con su decisión, Junts se unió al Partido Popular y a Vox en la votación, por lo que Asens ha extendido este ánalisis a las "caras de satisfacción" que -dice- vio en los diputados de ambas bancadas con el resultado de la votación y su traslado a la escena judicial. A su juicio, el juez Manuel García-Castellón "ha logrado su objetivo de dividir". "Todo lo que investiga García Castellón es en grado de tentativa, no se ha materializado nada. Ha hecho cosas inimaginables", ha criticado más tarde sobre el polémico magistrado, insistente en encontrar y abrir causas sobre figuras relacionadas con el procès. Tanto es así que este mismo miércoles se ha conocido que el diputado de ERC Ruben Wagensberg se marcha a Suiza por la presión de García-Castellón por el caso Tsunami.

Definición "ambigua" de terrorismo

Con todo, Asens sí considera que "hay un punto intermedio" y "margen para la negociación" entre el PSOE y Junts, a quien ha recordado que "poner la tirita antes de la herida puede tener contraindicaciones". Y es que los capitaneados en el Congreso por Miriam Nogueras prefirieron tumbar la ley a aprobarla en una primera instancia para después pulir los términos de la misma. De hecho fue el propio negociador catalán quien, horas antes de la cita parlamentaria, pidió "responsabilidad" y puso encima de la mesa esta máxima: "aprobar la ley, consolidar la posición y después avanzar en su reforma", como ha recordado durante la entrevista con la televisión catalana.

En este punto ha querido trasladar esta propuesta a la reforma del Código Penal, donde dice el delito de terrorismo queda definido "de forma difusa" y dando pie a "muchas interpretaciones". Preguntado por si los socialistas lo contemplan, Asens lo reduce a "una vía de exploración" y niega que le conste que el PSOE "esté dispuesto a explorar". "Deja una definición muy ambigua que entiende como terrorismo todo lo que atenta contra el orden constitucional", ha dicho para recordar que con el final de esta norma "la situación de 1.600 personas está en el aire", en relación a los potenciales beneficiarios de la medida de gracia.

Ahora ambas formaciones cuentan con 15 días "para poner un punto intermedio" y "mover posiciones". Una opción es añadir una enmienda transaccional para excluir el terrorismo de una manera "más precisa". Y es que el exdiputado ha recordado que "muchos de los casos se desinflan"." Alsasua era terrorismo al principio y ha quedado como desorden público. Junts ha encendido las alarmas, pero no es un ataque a Puigdemont o a Sánchez, sino a la democracia. La sociedad ha pasado esa etapa y la política ha cogido el control", ha dicho. En cuanto a la ruptura púlica entre Junts y ERC, el negociación ha sostenido que las conversaciones en el marco de esta ley su relación "es buena y fluida", lo que ha considerado positivo. "Estas últimas semanas mucho mejor que al principio, que había muchas suspicacias", ha sentenciado.

Junts y PSOE responden

Por su parte, también Junts y el PSOE se han pronunciado sobre lo sucedido con dardos cruzados. Mientras los primeros extienden las responsabilidades, los socialistas piden explicaciones. "Eso no va de nombres. Quienes hoy nos riñen y tienen tanta prisa, han tenido cuatro años para hacer la ley de amnistía", ha dicho en una entrevista en el mismo medio Nogueras, en línea con su postura ya desde antes de la cita parlamentaria de este martes. "Junts se ha equivocado. No fue sencillo llegar a este acuerdo. Necesita que se explique muy bien a la ciudadanía", ha sostenido Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda y Agenda Urbana, sobre la fallida votación de la ley de amnistía.

 

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