El mes de enero consuma sus últimos compases. El parón navideño ya se otea desde el retrovisor y, superado el Blue Monday, los partidos ya tienen sus maquinarias preparadas para afrontar el último año de legislatura. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, arrancará el curso parlamentario exhibiendo músculo en dos flancos: el económico y el internacional. La Diputación Permanente se reunirá el lunes 23 de enero a las 11:00 horas y el martes el Congreso ratificará en un pleno extraordinario el último decreto anticrisis y el plan de inventivos para el empleo así como el estatuto de los artistas. Por la tarde, a las 16:00 horas, Sánchez comparecerá ante el pleno para dar cuenta del último Consejo Europeo. En su intervención lucirá la efectividad de las medidas adoptadas por Moncloa para primero contener y, luego rebajar, la inflación; lo que ha servido para situar a España con la cifra más baja de toda la eurozona.
El primer real decreto que convalidará la Cámara Baja será el aprobado por el Consejo de Ministros el 27 de diciembre. Se trata del tercer paquete anticrisis para dar respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania, al tiempo que incluye el apoyo a la reconstrucción de la isla de La Palma y otras situaciones de vulnerabilidad. El Ejecutivo prorrogó el escudo social y lo amplió, incluyendo la supresión del IVA a los productos con tipo superreducido (del 4%) y la rebaja de algunos productos como el aceite de oliva y la pasta del actual 10% al 5%. La ayuda a los carburantes, los 20 céntimos por litro, fue eliminada, aunque se mantiene para el sector transportista, agricultor y pesquero.
Las medidas desplegadas por el Gobierno de coalición han funcionado. La inflación provocada por el conflicto en Ucrania no solo se ha contenido, sino rebajado. España es el farolillo rojo de Europa en inflación, el último. El 2022 se cerró con el IPC en el 5,8%, cuando la media europea se sitúa en el 9,2%. Todos los países se fijan en el ejemplo de España, no en vano, Sánchez fue presentado en Davos como si de un profeta se tratase.
Børge Brende, presidente del Wordl Economic Forum, se deshizo en halagos hacia el español en su bienvenida en el Foro de Davos: "Durante su mandato siempre ha insistido en la importancia de la cooperación europea y ha dado buenos resultados para España. Ha sido cada vez una voz más imprescindible para Europa, defendiendo los valores europeos en una era de profunda polarización". Y continuó: “Su Gobierno ha demostrado que se puede conseguir una recuperación del crecimiento incluso en épocas difíciles gracias a varias reformas y ha colocado a España a la cabeza de la transición doble hacia una transición digital y más ecológica, así que esto es muy importante".
Sus halagos resultaron melodiosos para socialistas y morados y suponen artillería pesada contra los apocalípticos mensajes de la oposición, PP y Vox. Sánchez explotará su perfil europeo durante su intervención, recordando una por una todas las medidas desplegadas e insistiendo en que el Ejecutivo español es la envidia de la UE.
También alardeará del triunfo cosechado en buena parte por Teresa Ribera. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico comandó el acuerdo de los Veintisiete para topar el gas a 180 euros el megavatio hora (MWh) en las compras de gas de la UE. La postura de España doblegó a la reticente Alemania, un hito nada desdeñable.
El presidente goza de tal corpulencia que, envalentonado, se dirigió a algunos de los inversores más importantes del mundo en la XIII edición del foro Spain Investors Day para exigirles corresponsabilidad. Defendió los nuevos impuestos temporales a energéticas y entidades financieras mientras demostró con datos la robustez del mercado nacional: “España tiene un inmenso potencial para navegar estas aguas tan difíciles”, dijo.
A todo esto, habría que sumarle que este jueves el presidente del Gobierno rubricó el mayor acuerdo con Francia en la XXVII Cumbre Hispano-Francesa celebrada en Barcelona. También, en el horizonte próximo, se atisba la cita al más alto nivel en Marruecos que tendrá lugar el 1 de febrero en Rabat. En el encuentro, Moncloa prevé firmar “un buen número de acuerdos” que reforzará los lazos con los vecinos del sur y rubricará las relaciones con el continente africano en vísperas de la presidencia española de la Unión Europea.
