Rouco Varela no se ha salido del guión. Ha centrado su discurso en los pormenores de la JMJ y en alabar a Benedicto XVI. “La figura del Papa es esencial. Sin él, no hay JMJ. Si a los jóvenes no los convoca el Papa, no vienen”, ha dicho. En el turno de preguntas, los asistentes han intentado, prácticamente sin éxito, que se metiera en otros jardines.

No es el más apropiado para hablar de política
Al cardenal le han cuestionado por la situación política, en clara alusión al resultado de las recientes elecciones autonómicas y generales en las que el PSOE ha salido derrotado. Él ha respondido que no es “la persona más apropiada para hablar de este asunto”. Y rápidamente ha huido a los acuerdos que asientan las bases de la relación de la Iglesia con la comunidad política como, por ejemplo, el Concordato de 1978.

Ana Botella y Ramón Jáuregui en el desayuno informativo protagonizado por Rouco Varela en el Foro Nueva Sociedad (Foto: Luis Marchal)



No tiene opinión sobre los detalles
Una pregunta que en otro momento casi seguro que habría encendido la beligerancia del discurso de Rouco Varela con el Gobierno ha versado sobre el anteproyecto de ley de Cuidados Paliativos y Muerte Digna. Preguntado por si veía en esta ley una eutanasia encubierta, como sostiene la derecha extrema, ha evitado entrar en la confrontación con el Ejecutivo al responder que “inicialmente” no lo ve. Eso sí, ha añadido que no tiene opinión sobre los “detalles” ya que no cuenta con información previa.

No hay intención de manipular la visita del Papa
Por otro lado, Rouco Varela ha afirmado que tampoco descubre en nadie, de la comunidad política, “la intención de manipular” la próxima visita del Papa a Madrid. “Las relaciones de la Iglesia con las administraciones es buena”, ha aseverado el mismo cardenal que ha cargado duramente contra la política de José Luis Rodríguez Zapatero a quien acusa de implantar en España el laicismo radical. Entre otras cosas ha sido especialmente beligerante contra él en lo relativo a la ley del aborto, los matrimonios homosexuales y, en general, sus planes para acabar con la familia cristiana.