La salida de José Luis Ábalos del grupo parlamentario socialista tras verse salpicado políticamente por el supuesto caso de corrupción de su exasesor Koldo García sigue ocupando todos los titulares. El exministro ha rechazado dejar su acta pero ha decidido dar el salto al Grupo Mixto para desligarse del PSOE. Así, Ábalos va a pasar de estar cerca del presidente del Gobierno a estar cerca del gallinero, casi al lado de Néstor Rego, portavoz del BNG. Un cambio de asiento y de perspectiva que no le ha gustado a él pero tampoco a sus futuros compañeros de bancada.

Ábalos, a un Grupo Mixto poco conforme

En una suerte de tour por los medios a lo largo de este miércoles, Ábalos ha sostenido en varias ocasiones que va a estar al lado del Gobierno en todas las votaciones que se lleven a cabo en el Congreso. De hecho, las propias fuentes socialistas confían en este extremo e incluso han deslizado que está hablado directamente con el diputado. Así, a nivel parlamentario no parece que vaya a cambiar el peso de los bloques ni que haya una ruptura pública, sin embargo, sí va a ser un cambio interno en la que ya es su nueva casa dentro del Hemiciclo.

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La entrada del exdiputado socialista a este espacio -que suele estar destinado a todas aquellas fuerzas que no cuentan con un número suficiente de representantes para tener un grupo propio- es un auténtico terremoto a nivel político -derivado del escándalo de las mordidas en los contratos de las mascarillas en la pandemia- pero también organizativo. En este punto cabe destacar que no todos los nuevos compañeros de bancada -Podemos, BNG, UPN y Coalición Canaria- están contentos con su llegada. 

Podemos, los más comedidos

Junto a Ábalos, las miradas se han situado directamente sobre los miembros que actualmente forman el Grupo Mixto, especialmente sobre Podemos. Sin embargo, lejos del tono que siempre suelen utilizar en estos y otros casos polémicos, los morados se han mostrado muy comedidos a la hora de valorar el aterrizaje del socialista en su bancada. Tanto la dirección como la organización parlamentaria han evitado el choque directo.

"Mucha gente escuchando la sesión de control se ha podido sentir como en 2011. Ha sido un "y tú más" entre el PP y el PSOE, y nos preocupa que una seña de identidad del bipartidismo, la corrupción, vuelva a ser protagonista, cuando desde el surgimiento de Podemos habíamos enterrado estos temas", ha comenzado defendiendo la secretaria general de los morados en los pasillos del Congreso sobre lo vivido durante el pleno.

Desde allí, Belarra también ha apostado por la necesidad de "asumir responsabilidades políticas" así como que ha abogado por que "se investigue hasta el final y se repare el daño". "Es urgente. Los corruptos tienen que devolver hasta el último euro", ha manifestado la dirigente morada. También ha criticado al PSOE por utilizar a un "chivo expiatorio" para "tapar un caso de corrupción". Sin embargo, cuestionada por los periodistas sobre cómo se toman la llegada de Ábalos, Belarra ha sido especialmente prudente.

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La dirigente se ha pronunciado con un escueto mensaje, asegurando que lo reciben "con normalidad". Preguntados directamente a fuentes de Podemos en el Congreso, la formación sigue la misma tónica y asegura tomarlo sin sobresaltos, pese a que vaya a suponer un gran cambio interno a nivel estructura, como en el reparto de dotación monetaria por miembro y en los tiempos de participación en los plenos. "Todo bien", afirman en declaraciones a ElPlural.com.

Reticencias del BNG y UPN

Quienes sí se han manifestado visiblemente más reticentes han sido otras de las formaciones que se encuentran en este "cajón de sastre", como muchos han tildado a la bancada. Este martes, el portavoz del BNG en el Congreso, Néstor Rego, ha tildado de "lógico" y "normal" que el exministro asuma "responsabilidades políticas" al respecto del caso por el que está investigado a su exasesor Koldo. "Si el partido entiende que una persona tiene que dejar su acta lo lógico es que la deje", ha afirmado.

En rueda de prensa desde la sala de prensa, -donde también ha pedido investigar "todos" los contratos de mascarillas en la pandemia, incluidos los del PP, el dirigente gallego también se ha pronunciado con cierta sorna. "En el Grupo Mixto ya estamos al completo", ha sostenido horas antes de la confirmación de que Ábalos se integra en esta bancada. Preguntados ya este miércoles por ElPlural.com, fuentes parlamentarias del BNG se "mantienen" en las palabras de Rego, "empezando por el "estamos completos"".

En el Mixto ya estamos al completo

Más duros son en UPN, que aseguran directamente que Ábalos "no es bienvenido". "El grupo mixto no puede convertirse en la casa que dé cobijo a ningún tránsfuga. Lógicamente, no es bienvenido. UPN siempre ha estado en contra del transfuguismo. Más aún, en este caso, por su presunta vinculación con personas que utilizaron la dramática situación sanitaria que padecimos con la pandemia para ganar dinero y abusar de su presencia en las Administraciones Públicas", deslizan fuentes de esta organización.

Ambas formaciones han explicado a este diario que ahora, el siguiente paso, es analizar internamente cómo va a afectar la entrada de una persona más en el mixto a la organización que ya tienen establecida tras la ruptura de Podemos con Sumar hace solo unos meses. Las dotaciones económicas destinadas a este grupo parlamentario dependen del número de miembros que lo componen tanto a nivel individual como en conjunto, y tendrán que dividirse el tiempo de intervención destinado para cada grupúsculo. Todavía no hay fecha de reunión entre los diputados para ello.

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