Fue José María Aznar quien marcó el camino el pasado jueves cuando denunció que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero está “haciendo cesiones a ETA” y suplicando a los terroristas que abandonen las armas. Desde entonces, no ha habido ningún dirigente del PP que no haya aprovechado la ocasión para descalificar a los socialistas. “Incapaces”, “derrotistas” o “mentirosos” han sido los adjetivos más utilizados por los populares para describir al Gobierno del PSOE.

Peloteo al líder
Los líderes del Partido Popular también han aprovechado la ocasión para piropear a su líder. Las supuestas virtudes de Mariano Rajoy han sido ensalzadas hasta la extenuación. Tanto es así que el propio Rajoy se llegó a sentir algo incómodo cuando María Dolores de Cospedal le definía el pasado viernes desde la tribuna de oradores como un líder honesto, integrador, consistente, incansable, decidido, coherente, persuasivo, sincero, generoso e inspirador.

Avergonzados ante tanto halago
El único que se salió del guión fue el presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, quién ante tanto halago al líder sacó pecho al afirmar que él no se veía obligado a “hacer la pelota a nadie” porque no iba en las listas del PP. Fue la única excepción. Prueba de ello es que hasta medios tan escorados a la derecha como Libertad Digital han denunciado que en esta convención los dirigentes del PP se han lanzado “a un carrera desesperada por ser el más pelota de todos; por regalarles los oídos al jefe”.

Excusas
Frente a tantas descalificaciones -al PSOE- y halagos -a Rajoy-, resulta inquietante la escasez de propuestas anunciadas por el Partido Popular. De hecho, la reducción de 350 a 300 diputados y la aplicación de la cadena perpetua revisable han sido las únicas iniciativas que han filtrado los populares. En los pasillos, miembros de la dirección del PP justificaban a los periodistas su silencio sobre las propuestas económicas debido al impredecible comportamiento de los mercados.

Silencio
Sin embargo, el PP tampoco ha aclarado su postura sobre la ley que regula el matrimonio entre personas del mismo sexo, si derogará o no la ley del aborto, si apoyará la extensión de la ley de la dependencia, o cuáles son sus planes para avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres.

Discurso hueco de Rajoy
El punto final a esta convención programática edulcorada lo han puesto este domingo Javier Arenas y Mariano Rajoy. El candidato del Partido Popular a la presidencia del Gobierno ha pronunciado un discurso hueco, plagado de tópicos y de buenas intenciones. Por ejemplo, Rajoy se ha comprometido a “escuchar a todos y hablar con todos” y “entenderse con todos los que compartan el objetivo de sacar a España de la crisis”. Decir eso y nada es lo mismo.

Recurriendo a ETA
Rajoy únicamente se ha mojado cuando ha hablado de ETA. En clara referencia al Gobierno socialista, el líder del PP ha asegurado que si gana las elecciones generales del 20 de noviembre y llega a La Moncloa luchará “para derrotar el terrorismo” de ETA sin “falsas equidistancias”.

Llamada al cambio
Finalmente, Rajoy ha señalado que “no importa (que muchos electores) que no hayan votado al PP, no importan que no compartan todos nuestros postulados políticos. Sólo importa que quieran cambiar las cosas. Llamamos a todos al cambio que se requiere y cuantos más seamos en este empeño antes saldremos de la crisis”.

¿Cuánto ha costado esta conferencia sin propuestas?
Por último, cabe resaltar, tal y como apunta Carlos E. Cue en el diario El País, que el Partido Popular, que preconiza la transparencia, no ha informado del coste de la convención. La última que celebró en Sevilla costó, según el PP, unos 190.000 euros. Y eso excluyendo el gasto principal: transporte y alojamiento.