Durante su etapa como portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando mantenía en sus tuits un sumo cuidado por la gramática y la ortografía. Un esmero que, tras abandonar dicho cargo, se fue al garete. La vehemencia de sus comentarios persistió. Eso nunca ha cambiado, pero como ya contamos en ElPlural.com, el Twitter de Rafa varió de una forma un tanto sospechosa.

El diputado popular siempre ha mantenido una feroz línea de ataque a todo aquel que se interponía en el 'sagrado' camino del partido, pero lo que nunca se había visto hasta que abandonó la portavocía es que sus comentarios tuvieran faltas ortográficas. Sus tuits ahora son parrafadas deslavazadas carentes de sentido y mezclando todo tipo de argumentos.

La explicación al sustancial cambio en la escritura de los tuits de Hernando se debe a que, tras dejar de ser el portavoz del Grupo Parlamentario, Hernando ya no tendría acceso a los asesores que otrora manejaban su perfil en las redes sociales.

'Dichoso Instagram...'

Pero Hernando ha traspasado barreras. Sigue inmerso en su particular cruzada antiortográfica en Twitter, pero la ha llevado también a la que es la red social de moda, Instagram. El diputado popular no es que se diga muy ducho en las redes sociales, como se ha podido comprobar, y si ya le metes fotos de por medio el atoramiento florece en el smartphone de Hernando.

El diputado popular deberá pensar lo difícil que es esta red social, o al menos para él. Le está empezando a dar más uso a Instagram, puesto que antes también lo utilizaba. Pero se nota un cambio de tendencia, al igual que en Twitter, en la calidad ortográfica y léxica de sus comentarios. Y es que Instagram no es como la red social del pajarito, en la que vomitas tus opiniones y sanseacabó. Esta sigue una dinámica bien distinta que a Hernando parece que le cuesta entender.

Captura del Instagram de Rafael Hernando

Cuando uno bucea en el perfil del popular se encuentra con cosas sorprendentes. Y es que en los últimos meses, se antoja una técnica habitual en el diputado subir dos veces la misma foto. Un hecho que incluso un neófito en esto de Instagram vería como un pecado capital. Además, da la casualidad que, normalmente, una de ellas no lleva descripción y la que lo lleva, contiene faltas como, por ejemplo, PP en minúsculas.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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