Tras el anuncio del adelanto electoral en Cataluña, hay un nombre por encima del resto: Carles Puigdemont. Con la ley de amnistía ya empaquetada rumbo al Senado, donde el PP le aplicará su somnífero particular, al expresident se le abrió de par en par la puerta para buscar su regreso a la Generalitat. La semana pasada, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ya aireó la posibilidad de que el ahora eurodiputado encabezara la lista de los neoconvergentes en las elecciones catalanas previstas para el próximo 12 de mayo. Una decisión que, según trasladan desde el partido, dará a conocer este mismo jueves 21 de marzo.

En los planes de Carles Puigdemont entraba encabezar de nuevo la lista de Junts a las elecciones europeas. Así estaba escrito hasta el pasado 13 de marzo, cuando el president de la Generalitat, Pere Aragonès comparecía ante los catalanes para adelantar las elecciones ante la imposibilidad de cerrar los Presupuestos por desavenencias con los Comunes. A partir de entonces, la bola de nieve crecía y crecía en torno a la figura del que fuera jefe del Ejecutivo autonómico hasta el 2017.

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Incluso desde su propio partido jugaban la carta especial de Puigdemont. Junts confía en que su líder espiritual regrese a Cataluña y lo haga por la puerta grande, con la posibilidad de encabezar un nuevo Govern neoconvergente tras varios este periodo a la sombra de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Jordi Turull lo verbalizó a las pocas horas de conocer la fecha de las elecciones -12 de mayo-: “Todo el mundo sabe que queremos que sea nuestro candidato”.

El secretario general de los neoconvergentes, que citaba implícitamente a Puigdemont como “esa persona que tenemos todos en la cabeza”, deslizó que con el calendario resultante tras el OK del Congreso a la ley de amnistía, “el día del posible debate de investidura estará en Cataluña”. “Se juega tanto el país que iremos a por todas”, remachó entonces el número dos de los soberanistas, que ven el regreso del expresident como el impulso necesario para recuperar la hegemonía del independentismo en el Parlament.

Anuncio inminente

La rumorología apunta a un ‘sí’ rotundo, pero habrá que esperar a este jueves 21 de marzo para conocer la decisión oficial. Será el propio Puigdemont el encargado de verbalizarla y lo hará en un enclave escogido al milímetro. El expresident de la Generalitat participará en una conferencia en Elna, al sur de Francia, en lo conocido como la Catalunya Nord por los lazos históricos y lingüísticos que mantiene con la región. Según apuntan desde su entorno, será en este escenario donde dé a conocer la decisión final sobre su posible retorno físico, pero también electoral a Cataluña.

La idea de Carles Puigdemont era mantener su puesto de salida en la papeleta de Junts al Parlamento Europeo el próximo 9 de junio, pero las elecciones anticipadas podrían variar todo el tablero autonómico. En el supuesto de que el expresident decida finalmente presentarse a los comicios catalanes, quedaría automáticamente descartado para las europeas.

El calendario tras la amnistía

A partir de ahí, entra en juego la nueva hoja de ruta tras cristalizar la amnistía en el Congreso de los Diputados. Superado el escollo de la Carrera de San Jerónimo, ahora el texto se precipita al Senado, donde el Partido Popular -con mayoría absoluta- le aplicará cloroformo para dilatar al máximo los trámites, aunque la frontera límite de se estipula en dos meses. Teniendo en cuenta el bloqueo de los conservadores, el perdón quedaría definitivamente aprobado en las Cortes Generales a finales del mes de mayo o, en su defecto, a principios de junio.

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Puigdemont espera que la orden de detención nacional que pesa sobre él decaiga por el peso de la amnistía. Este escenario deja al expresident sin la posibilidad de regresar a Cataluña durante la campaña, pero potenciaría su imagen al participar en actos como cabeza de cartel de Junts aún desde el exilio. Hacia finales del mes de junio, cuando se celebre previsiblemente el debate de investidura en el Parlament, se espera que pueda regresar sin riesgo a ser arrestado, aunque la pelota estará entonces en el tejado de los tribunales. Eso sí, desde su entorno hay quien airea la posibilidad de que pise España antes de lo previsto y capitalizar la campaña con una foto de su detención.

Nada cambia para el PSC

El caldo de cultivo parece idóneo para los neoconvergentes. La pérdida de fuerza del discurso de Pere Aragonès podría acentuarse con la hipotética vuelta de Puigdemont como su principal adversario. De hecho, hay encuestas que ya sitúan a Junts por delante de los republicanos. Por un escasísimo margen, eso sí, pero la batalla por la hegemonía independentista está servida y en el alambre. Pese a ello, no parece que la potencial victoria del PSC esté en riesgo.

Tampoco desde el entorno socialista ven peligrar el escenario político en Cataluña, aunque la recuperación de Junts neutralizaría las escasas opciones de arrastrar a ERC a un Ejecutivo liderado por el PSC en lugar de mantener la apuesta por el aroma independentista. Para Salvador Illa, de hecho, “nada cambia” con el regreso o no del expresident. “Nosotros no vamos a cambiar nuestro planteamiento, que es el de una Cataluña que pase página, que una a los catalanes, vengan de donde vengan y hablen la lengua que hablen”, ha asegurado ante las cámaras de TVE.>

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