Con el dictamen de la Comisión de Justicia recién salido del horno, Junts avisó de que la amnistía no les haría renunciar a la “vía unilateral”, aunque sugieren un camino hacia la independencia a través de “procesos democráticos”. Advertencia a la que han hecho oídos sordos distintos miembros del ala socialista del Gobierno, salvo uno. El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, no ha renunciado al cuerpo a cuerpo con la formación que lidera desde Waterloo -de momento- el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont. El exalcalde de Valladolid ha defendido el camino iniciado por el Gobierno y ha puntualizado que “ese camino -el de la autodeterminación- está abocado al fracaso”.

Este jueves fue un día de loas y celebración para el bloque de la investidura. Todos los partidos respaldaron en la Comisión de Justicia la nueva redacción de la ley de amnistía, ya con los cambios pactados por PSOE, Junts y ERC, ante un nuevo episodio de inflamación de la derecha. El Partido Popular, con Cuca Gamarra a la cabeza, buscó la suspensión de la sesión, amparándose en la falta de tiempo para empaparse de las modificaciones de las enmiendas transaccionales. La Mesa decretó un receso y, el resto, es historia. La medida de gracia se votará el próximo jueves pese a los torpedeos de los conservadores y las palabras gruesas de la ultraderecha.

Sin embargo, Junts rebajó las cotas de alegría en Moncloa y Ferraz. Su presidenta, Laura Borràs, lanzó un aviso a navegantes: los neoconvergentes no pueden renunciar a la unilateralidad para alcanzar la independencia de Cataluña, a pesar de que ha indicado que “ahora” buscan conseguir su objetivo “pacíficamente” y por “procesos democráticos” a través de su representación -y músculo- en el Congreso de los Diputados, así como en el Parlament de Cataluña. Advertencia en la que profundizó el expresident, precisando que tienen todo el derecho a continuar con el proceso separatista, aunque no ha encontrado respuesta en el gabinete de Pedro Sánchez, reunido este viernes en Consejo de Ministros extraordinario.

Félix Bolaños evitó responder al partido de Puigdemont. Ante los micrófonos de la Cadena SER, el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, ha mantenido los niveles de alegría a pesar de las palabras de los neoconvergentes. “Ayer fue un gran día para la democracia española y para superar un conflicto tan grave y acusado como el que tuvimos en Cataluña hace unos años. Estaba contento y estoy contento. No lo voy a negar”, deslizaba uno de los hombres fuertes de Pedro Sánchez.

Puente no renuncia

A pesar de que Bolaños bordeó el charco del enésimo pulso neoconvergente, en el gabinete sí hay quién ha dado respuesta a su aviso. Óscar Puente, en un desayuno informativo organizado por la Cadena SER en Valencia, ha optado por desbaratar la narrativa de Junts. El proceso de independencia está agotado. Al menos así lo entiende el titular de Transportes y Movilidad Sostenible. “Ese camino está abocado al fracaso y no lleva a ningún sitio”, ha reprendido, al tiempo que instaba a la ciudadanía para no comprar lo que él considera un “engaño”.

Un relato que para Puente es poco menos que mercancía averiada del independentismo catalán, encapsulado en una estrategia por lucir músculo tras arrancar al PSOE los retoques que exigían para avalar la ley de amnistía. En suma, el exalcalde de Valladolid ha defendido el camino que emprendió el Ejecutivo con la medida de gracia, subrayando que está plenamente convencido de que dará resultado.

No obstante, el ministro de Transportes ha lamentado la postura de los neoconvergentes al agitar de nuevo la senda independentista. Puente considera “evidente” que no está contemplada en la Constitución. “Deberíamos distinguir el teatro y el ruido de las nueces”, ha rematado el exregidor vallisoletano, que sí se ha bajado al barro, a diferencia de sus compañeros del Consejo de Ministros.

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