“Queda acreditada su incapacidad”. Esta y otras tantas ácidas lindezas que le ha dedicado la exportavoz parlamentaria Cayetana Álvarez de Toledo al líder de su partido, Pablo Casado, podrían comenzar a pasarle factura. Según ha adelantado El Confidencial, el Partido Popular ha revisado sus normas de comportamiento interno que afectan, entre otras cosas, al régimen disciplinario y sancionador de los grupos parlamentarios en el Congreso y el Senado.

El pasado lunes el Grupo Popular en la Cámara Baja se reinó de manera ordinaria y, dando cumplimiento al orden del día fijado, Cuca Gamarra trató a colación la revisión de los estatutos y las normas de conducta. Fue aprobado sin ninguna objeción.

La decisión de modificar el código de conducta la tomó la dirección nacional el pasado otoño, pero se fue postergando. En concreto, según el citado medio, se recogen ahora las mismas “infracciones” calificadas en tres niveles, “muy graves, graves y leves”. Entre los que se consideran muy graves, están comportamientos como “la manifiesta deslealtad al partido, entendida como toda acción que pueda perjudicar su interés general”, la “desobediencia a las instrucciones o directrices que emanen de los órganos de representación del partido, siempre acordes a los estatutos”, y “toda manifestación o declaración hecha con publicidad que incite al incumplimiento o descalificación de las decisiones democráticamente adoptadas por el partido”.

El verso libre

La apuesta de Casado al aterrizar en la cúpula de Génova 13 fue arriesgada. Y a la vista está que le ha salido rana. Álvarez de Toledo, que había renegado de Mariano Rajoy, debía servir para frenar la sangría de votos hacia Vox. Pero no solo no lo consiguió, sino que además, la libertad de sus versos provocó que el líder del PP la apartara del cargo de portavoz parlamentaria y, ahora, ésta se dedica a lanzar dardos envenenados contra su jefe y a cuestionarle sobre varios asuntos.

Dos de los más recientes son el “cambio de cromos” por la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y las elecciones catalanas del 14F. La argentina llegó incluso a aseverar que los comicios acreditaron la “incapacidad” de Casado por una “estrategia errática” que “ha dejado a muchos votantes desorientados, huérfanos y sin razones para votarnos”.

Eso sí, sus fieros ataques le han abierto las puertas de Vox de par en par.