El nudo de la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) continúa sin deshacerse. ElPlural.com publicó que la intención del Partido Popular era hacer alarde de una oposición dura y mantener el bloqueo al menos hasta pasada la Navidad y las elecciones catalanas. Ante esta maniobra, el vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, ha repescado la iniciativa de reforma de la renovación de la cúpula judicial que rebaja la mayoría necesaria. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha deslizado en alguna ocasión que existe un acuerdo entre socialistas y populares, un extremo que ha sido negado de plano por el líder de Podemos.

Y si el asunto ya se las trae, ahora el PP ha dado una vuelta más a la tuerca. Los de Pablo Casado han impuesto una nueva condición. Según publica El País, el PP no negociará si antes se indultan a los presos del procés.

Los populares mantienen sus líneas rojas, que prácticamente se limitan a sacar a Unidas Podemos del acuerdo. Hasta ahora, la participación de los morados en el reparto era el principal escollo.

Sin embargo, conscientes de que tarde o temprano deberán renovar el CGPJ, el PP ha rebajado las exigencias y pone tres condiciones: que no se nombre a ningún ex político como miembro de la cúpula judicial, que todas las decisiones se tomen por mayoría reforzada y que el cargo de Fiscal General del Estado tampoco lo ostente un expolítico.

El ministro de Justicia parece no inmutarse a pesar de la dureza del PP, cuyas fuentes consultadas insisten en que no habrá acuerdo antes de Navidad, entre otras cosas, por la cercanía de las negociaciones entre Gobierno y Bildu para los Presupuestos.