El Pleno del Congreso de los Diputados dio el martes luz verde a la toma en consideración de la reforma impulsada por PSOE y Unidas Podemos para limitar las competencias del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) mientras esté caducado su mandato. Una sesión que ha estado marcada por acusaciones de “golpistas”, “filoterroristas” y “fascistoides”.

La iniciativa de socialistas y morados ha encontrado el apoyo de gran parte de los grupos de la Cámara y ha recibido el voto en contra de Partido Popular, Vox y Ciudadanos. Con la aprobación de los 188 diputados, el PSOE prevé acelerar el procedimiento y solicitar que la reforma se habilite en enero, pues, a efectos parlamentarios, es un mes inhábil.

La idea de los socialistas es que se celebren las sesiones que sean oportunas para que la Cámara Baja apruebe cuanto antes la reforma del CGPJ, que adereza a la que ambos grupos presentaron el pasado mes de octubre para rebajar las mayorías necesarias para la renovación de los vocales del Poder Judicial, cuyo mandato expiró en 2018.

Pleno de insultos

El debate ha estado plagado de acusaciones entre los diferentes grupos. De hecho, los argumentos que viraban en torno al “golpismo institucional” han fluctuado entre las bancadas de Partido Popular y Unidas Podemos. El diputado de Unidas Podemos, Jaume Asens, etiquetaba de esta manera a los conservadores, aludiendo a casos de corrupción como la Gürtel.

Asens ha arremetido contra los populares por sumergir a España en una “crisis institucional en el Poder Judicial y en la Monarquía” entre “ruidos de sables”. También les ha acusado de atrincherarse en el CGPJ y dar un “golpe de Estado” mientras enumeraba escándalos como la Gürtel, la situación del rey Emérito y el “pasteleo” del primer partido de la oposición con los “nombramientos de la Justicia”.

Las acusaciones de Asens, por supuesto, encontraron respuesta en la bancada popular a través de la voz de Luis Santamaría Ruiz. Si Asens puso sobre la mesa la corrupción del Partido Popular, el diputado conservador invocó a las relaciones de los morados con las “narcodictaduras”.

Pero Santamaría también ahondaría en el PSOE y arremetió contra el “sanchismo” por “ponerse en manos del separatismo filoetarra” y achacó a los socialistas ser como “la carcoma a la madera”.

Tras esta iteración de ataques, el diputado popular entró a valorar la situación el CGPJ, aunque lo haría, de nuevo, a la ofensiva. Acusó al PSOE de “provocar” al PP para “tener argumentos para modificar las mayorías” porque su partido “no se somete a sus pretensiones”. Agregó, además, que los socialistas se apoyan en “maniobras fascistoides”.

Pero la crispación no abandonó el pleno tras las palabras de Santamaría, pues también le llegó el turno a la diputada de Vox, Macarena Olona. La ultraderechista edificó su discurso con una comparativa entre España y “Cuba, Venzuela, Nicaragua o Bolivia”.

En estos estados, dijo Olona, “los jueces son ejecutores de la represión”. “El socialcomunismo da hoy un golpe de Estado desde la misma Moncloa”, espetaba la portavoz de Vox, quien aprovechó para anunciar que su partido elevará esta reforma al Tribunal Constitucional.