El Partido Popular va a buscar tránsfugas en Vox para mantener sus gobiernos y golpear así a los de Santiago Abascal. Los populares ven posibilidades de que muchos ultras que hasta ahora estaban sentados en las cinco Administraciones en las que tenían alianzas puedan querer seguir en sus cargos, especialmente los perfiles técnicos, tras la ruptura ejecutada por los de la calle Bambú a cuenta, supuestamente, por el reparto de los menores migrantes.
Este arriesgado movimiento es percibido en Génova como un tiro en el pie y lo quieren aprovechar. De hecho, muchas voces de los gobiernos regionales ya han evidenciado estar dispuestos a abrir las puertas a los díscolos de la dirección ultraderechista. Feijóo comparecerá a las 13.00 horas de este viernes para valorar la decisión y, previsiblemente, marcar la postura de su partido ante los escenarios que se abren ahora.
El PP quiere a los tránsfugas de Vox
"Hasta aquí hemos llegado", decía Santiago Abascal este jueves en la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección de Vox, un encuentro en el que dieron un portazo al PP en las cinco administraciones regionales en las que gobiernan en alianza. Pero se trata de una decisión marcada desde la cúpula, que no destaca por ser precisamente democrática ni abierta a todas las opiniones. De hecho, algunos altos cargos de los de la calle Bambú ya han mostrado sus discrepancias con la orden marcada de abandonar los Ejecutivos, como ha evidenciado Rocío Monasterio.
🔴 #URGENTE
— VOX 🇪🇸 (@vox_es) July 11, 2024
VOX cumple y pasa a la oposición ante los gobiernos que fomentan la inmigración ilegal.
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Según publica este viernes El Mundo, algunos dirigentes regionales de la formación de extrema derecha ya han comunicado en privado a sus superiores en los gobiernos su deseo de continuar en el organigrama. Estos perfiles son en su mayoría de cargos técnicos y de segundo nivel, aunque los populares creen que también hay algún que otro consejero ultra que piensa lo mismo y que estarían dispuestos a "retener".
"Muchos quieren quedarse, pero no les van a dejar", asegura el citado diario en palabras de uno de los barones populares, mientras otro pide ser "respetuosos" con los socios y "esperar" a los siguientes acontecimientos. Eso sí, el sentir general es el de "abrir la puerta" a que los cargos de Vox que quieran continuar en las cinco Administraciones regionales donde hasta este jueves tenían alianzas lo hagan llamando a las puertas de sus hasta ahora compañeros en el PP.
Abren la puerta a que sigan en los gobiernos regionales
En casos concretos, Castilla y León es uno de los más claros. El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, ha evidenciado que va a dejar su puesto siempre y cuando el PP acepte el reparto de menores migrantes, pero los otros tres consejeros ultras no cuentan con un escaño en las Cortes. Estos tres se han convertiro en el blanco del PP de Alfonso Fernández Mañueco, que ven opciones de que estos sigan con su labor en el Gobierno regional.
De hecho, una fuente de los populares de la Junta lo deja transparente en declaraciones a El Mundo, afirmando que, de ejecutar la ruptura que finalmente han ejecutado, todavía habrá un año y medio de legislatura por delante y, en el caso de que algunos de los de ultraderecha decidieran quedarse de la mano del PP y desoyendo las directrices de Vox, este partido se "retrataría".
No son tan obvios desde el Gobierno de María Guardiola en Extremadura, aunque sí abren la puerta a que los dirigentes de Vox que quieran seguir al frente de sus cargos en la Administración lo hagan "dentro de la institucionalidad". "No esperamos nada. Trabajamos para dar estabilidad a Extremadura y para que esta región siga prosperando y creciendo. Ojalá haya algunos que estén pensando lo mismo", explican voces cercanas a la presidenta al mismo medio.
En la Comunidad Valenciana dicen estar "muy sorprendidos" por este órgado y su posterior decisión final. Pero antes, el presidente Carlos Mazón se adelantó a la ruptura y cesó de sus cargos al vicepresidente primero, Vicente Barrera, y a los consejeros de Agricultura y Justicia, los tres de Vox. Eso sí, también el PP valenciano va a ofrecer a los cargos ultras de perfil técnico de las consejerías que sigan en sus puestos para continuar con su estrategia de debilitar a su socio.
Más de lo mismo en Murcia, donde la brecha tiene un número claro: los 16 menores no acompañados que han asumido desde el Gobierno de Fernando López Miras. Esta cifra es precisamente la misma que han llegado a la Costa Cálida en la última semana, lo que para los populares murcianos evidencia la "excusa" de los de Abascal para romper. Con todo, también estarían dispuestos a retener a perfiles técnicos para que continúen en el Palacio de San Esteban.
Feijóo comparece tras la ruptura
Por el momento todo esto son opciones, pero más claro quedará cuando Feijóo se pronuncie. Este viernes, el líder de los populares va a comparecer desde la sede nacional a las 13.00 horas de la tarde para valorar la decisión de Vox. "La dirección nacional de Vox acaba de ordenar a sus dirigentes autonómicos que rompan sus acuerdos de gobierno con el PP. Alberto Núñez Feijóo valorará esta decisión mañana en la sede nacional del Partido Popular", ha señalado Génova.
Pero los populares ya han dejado algunas pistas, deslizando que este movimientos de los ultras no tiene nada que ver con el reparto de menores, como puede llegar a demostrar el caso paradójico de Murcia, sino por el miedo al empuje del partido de Alvise. El PP ha recordado que Aragón acoge a 20 menores; el de Murcia, 16; Castilla y León, recibirá 21; Murcia, a 23; y Extremadura, a 30. "No parecen unas cifras muy elevadas como para echar por tierra la estabilidad parlamentaria de las comunidades que gobernamos", han indicado fuentes cercanas.
"Hemos aguantado insultos y descalificaciones. Y la supuesta supremacía de quien, siendo un partido más pequeño que el nuestro, se permite el lujo de llamarnos derechita cobarde. Lo hemos hecho por la estabilidad de los gobiernos y por respeto a los votante de Vox. Pero si el precio a pagar por seguir gobernando juntos es la renuncia a nuestros principios es evidente que no podemos ni queremos pagarlo", han subrayado fuentes del PP antes de conocer la decisión final de la cúpula ultraderechista.