Sorpresa mayúscula la vivida esta tarde de lunes en el Congreso de los Diputados cuando el Gobierno no ha conseguido, por un voto, aprobar los consejeros que faltaban para renovar la cúpula de Radio Televisión Española. En la votación secreta por papeleta y urna, los cuatro consejeros a propuesta de PSOE y Podemos (Ana Isabel Cerrada, Fernando López Agudín, Josep-Lluis Micó y Juan Tortosa) que no fueron aprobados en el Senado ni por dos tercios en una primera votación en la Cámara Baja, han obtenido sólo el respaldo de 175 diputados. 

Según explica El Confidencial, como en anteriores votaciones de los candidatos a consejeros, el Gobierno contaba con el apoyo de 179 diputados (84 de los socialistas, 67 de Unidos Podemos, nueve de ERC, ocho del PDeCAT, cinco del PNV, cuatro de Compromís, uno de Coalición Canaria, uno de Nueva Canarias), pero este lunes dos de ellos estaban ausentes, el del PDeCAT Jordi Xuclà y la de ERC Ana Surra. Los 177 votos garantizados se han convertido al final en 175 ya que dos parlamentarios, cuya identidad seguramente nunca se conozca por el ridículo hecho, han metido en la urna la papeleta equivocada, la que llevaba el nombre de Tomás Fernando Flores, el designado para presidir RTVE, pero que se debía utilizar en la votación posterior.

Este resultado ha supuesto que el siguiente punto en el orden del día del pleno extraordinario del Congreso, la elección del presidente de RTVE entre los consejeros electos, haya decaídos y se haya cerrado el procedimiento. Ahora, según el Real Decreto del Gobierno para nombrar a una cúpula de RTVE transitoria hasta que se complete el concurso público señala que el Ejecutivo de Pedro Sánchez deberá nombrar un administrador único para la corporación, aunque para ello debe pasar nuevamente por el Congreso. No obstante, fuentes del PSOE han adelantado que intentarán que se repita la votación al haberse detectado dos errores no intencionados en el escrutinio de esta tarde.