"¡Ahora resulta que somos fachas!", se quejaba Albert Rivera en diciembre. Pero la política no depende tanto de cómo te ubiques, sino de dónde te ubiquen. Y la sociedad española, desde que el CIS incluye a Ciudadanos en sus encuestas (2014), ve a los naranjas cada vez más a la derecha. Desde mayo de 2014, que obtenían un 5,54 en la escala ideológica (en la que el 5,5 es el centro; el 10 la extrema derecha y el 1 la extrema izquierda) a un 7,04 en julio de 2018. De hecho, un 20,7% de los encuestados en el último barómetro colocan a Ciudadanos en la extrema derecha. Aún así su puntuación sigue por debajo de la del PP, al que la ciudadanía ubica más a la derecha aún, con un 8,24 sobre 10. 

Respuestas de derechas

Para la politóloga Virginia Ros, doctora en Ciencia Política por la Universidad de Manchester, esta derechización de Ciudadanos es producto de las inercias del sistema político español pero también resultado de las respuestas que el partido naranja ofrece a los problemas que saltan a la agenda política: "Cuando Ciudadanos trata de tomar la iniciativa da propuestas que se pudieran considerar progresistas, como la regeneración política o la lucha contra la corrupción, pero cuando tienen que responder a iniciativas ajenas, como el Acuarius, los okupas, la moción de censura contra Rajoy o reformas económicas (no incluyo a los manteros porque es un tema posterior al CIS), sus respuestas se suelen situar en el eje ideológico de la derecha". 

Ros explica que Ciudadanos intentó ser un partido "liberal puro", con un programa progresista en lo social pero conservador en lo económico pero que eso sólo pudo funcionar ante un PSOE débil. Una vez que Pedro Sánchez llega al Gobierno y lanza gestos a la izquierda desde el poder, ocupa un espacio en el que se siente muy cómodo y desplaza a Ciudadanos hacia la derecha. 

Decantación natural

Pablo Simón, profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III cree que la progresiva percepción de Ciudadanos como un partido de derechas es también parte de un proceso natural: "Cuando aparecen en el panorama nacional, en 2014, los votantes sitúan a Ciudadanos justo en el centro porque aún no han tenido tiempo de formarse una idea acerca de ellos". Simón añade que la posición de Ciudadanos en el tema territorial -y no tanto en el económico- también ha influido en la percepción del electorado español, que solapa centralismo con derechismo. Aparte de que sus rivales (PP, PSOE y Podemos) les intentan encuadrar en un extremo ideológico para evitar transferencia de voto, ya sea el PSOE calificándoles como parte de "las derechas" o el PP, pretendiendo que son fieles aliados del PSOE. 

Además, explica Simón, cuando Ciudadanos abandona el llamado "pacto del abrazo" y decide competir con el voto del PP, endurece su discurso, a la vez que pactan con los populares más que con el PSOE. "Al final los votantes usamos atajos y ubicamos ideológicamente a un partido dependiendo también de con quién pacte", reflexiona Simón. "Y termina ocurriendo algo que es un poco paradójico, que es que los votantes del PSOE situán a Ciudadanos como un partido más de derechas que el PP". Asi pues, explica el politólogo riojano, la ubicación ideológica del partido naranja no es sólo el resultado de las inercias de nuestro sistema, sino también consecuencia de las decisiones estratégicas de sus líderes