Con la llegada de Pablo Casado a la dirección del Partido Popular, la formación ha endurecido su discurso y pugna ahora con Albert Rivera por el voto xenófobo. El primero ha desatado la polémica con un tuit con cierto hedor racista mientras el segundo anunciaba una visita a la valla de Ceuta para apoyar “a los agentes de la Policía y la Guardia Civil”. Hay quien compara al líder de los naranjas con el italiano Matteo Salvini, ya que sus discursos confluyen en cuanto a flujos migratorios se refiere a pesar de que Rivera se ha propuesto distanciarse.

En una comparecencia ante los medios de comunicación en Ceuta, Rivera ha asegurado que se ha desplazado hasta el lugar para “conocer de primera mano a nuestros agentes y lo que está sucediendo”. Insiste en que ha aumentado la agresividad en los saltos: “Casi 1.000 personas intentaron saltar. 600 lo lograron” y “tenían al menos dos radiales”.

Por este motivo, ha afirmado que Ciudadanos velará por “los ceutís y los españoles”. “Hemos hablado con ellos. Necesitan más medios, más recursos y más tecnología” ha precisado Rivera, a pesar de que no ha aclarado qué se haría con todo eso.

“En política hay que ser responsable y, más allá del buenismo, de los comités de marketing” hay que ser responsables, dice el líder naranja, quien se suma a la mentira de que “se está produciendo un efecto llamada”.

Albert Rivera, quien ha pedido al ministro de Interior Fernando Grande-Marlaska, no retirar las concertinas y ser responsable, se ha querido distanciar del discurso de Salvini diciendo que “no quiero que España acabe como Italia, con populistas en el Gobierno” y ha advertido que la decisión de Italia de cerrar fronteras afecta a España y que “si queremos una Europa sin fronteras internas necesitamos una Europa con fronteras externas”.