Pizarro se desvinculó del PP nacional tras salir mal parado de su experiencia política iniciada con las elecciones de 2008 -donde los aznaristas le colocaron al lado de Rajoy como la imagen económica del partido-, pero no se desvinculó de FAES, donde sigue siendo uno de los miembros de su patronato. Y fue la fundación ideológica de Aznar el escenario en el que reapareció el miércoles con un duro discurso en clave moral contra los males económicos del país.

El capitalismo puede acabar por la corrupción

Durante la presentación del libro 'Europa ante una crisis global', editado por FAES, Pizarro alertó contra "la impunidad, que es la mayor injusticia, y que consiste en que todo se tapa". Como recoge elmundo.es, no habló directamente del sector financiero español pero sí del de EEUU para advertir de "la correlación" habida entre la falta de regulación del sector financiero y la financiación de las campañas electorales, o para advertir a continuación de que salvo Madoff "nadie ha sido sancionado en el mundo anglosajón" y "nadie ha devuelto el dinero y los bonus". Así, advirtió de que "la crisis no es económica sino moral y cultural". Y en este sentido, ha advertido que "si el socialismo cayó por su ineficacia, el sistema de economía de mercado puede acabar por la corrupción, que puede ser institucional cuando hay impunidad".

Los “profesionales” Blesa y Rato

El discurso podría ser suscrito por millones de ciudadanos, aunque Pizarro tiene su propio historial financiero. El más reciente, cuando competía por presidir Caja Madrid y lanzaba elogios en 2009 al entonces presidente de la entidad, Miguel Blesa, definiéndolo como "un gran profesional", y a su competidor por el puesto Rodrigo Rato, del que dijo que "sería un excelente presidente de Caja Madrid y del Gobierno español". Ahora la entidad dirigida por los "profesionales" populares que avalaba personalmente necesita 24.000 millones de euros para sobrevivir.

Las sombras de Pizarro
Pizarro también fue presidente de Ibercaja, una de las cajas inmersa hoy en el traumático proceso de reestructuración del sector, desde donde protagonizó el primer despido improcedente y negó el pago de las liquidaciones por jubilación a decenas de extrabajadores. En Los Genoveses recogen algunas otras sombras de su trayectoria, como cuando desde el Gobierno balear exigieron la devolución de 450.000 euros que Jaume Matas -ahora condenado entre otras cosas por malversación de fondos públicos- había donado a una ONG fundada por uno de sus principales socios, Ayúdales a Vivir, vinculada a los Legionarios de Cristo y constituida con un hermano del empresario actuando como notario. Acusaban a la ONG de no realizar los proyectos -como una desalanizadora en un país en vías de desarrollo- para los que recibían el dinero público. Tras la privatización de Endesa y bajo el Gobierno de su amigo Aznar, llegó a la presidencia de la eléctrica de la que se marchó con una indemnización de 22 millones de euros.