La Comisión Europea, con la colaboración de los socialistas, los verdes y una parte de los liberales, han frenado la propuesta de rechazo del Partido Popular Europeo (PPE) a una de las medidas clave de la agenda verde: la ley de restauración de la naturaleza. El grupo 'popular' antepuso los intereses económicos ante las protestas del sector agrario, sumando sus fuerzas a las de la extrema derecha y a parte de los liberales, que han dividido su voto. Esta proposición de veto a la ley ha sido rechazada por la mínima, y la ley de restauración de la naturaleza seguirá en pie tras los 324 votos en contra, 12 abstenciones y 312 a favor de la propuesta del PPE.

Durante la votación, los eurodiputados progresistas han detenido durante un momento la votación, después de que el monitor publicase el resultado. Las mencionadas bancadas han comenzado a aplaudir hacia el socialista español César Luena, ponente de la iniciativa y esperanzado, desde el primer momento hasta el último, en que la norma se mantuviera en pie, a pesar de lo ajustada que iba a estar la votación. La ley llegó en un dudoso estado al Pleno de Estrasburgo, debido a que la Comisión de Medioambiente la rechazó con 44 votos a favor y el mismo número en oposición. A pesar de esta igualdad en el resultado, se necesita mayoría para ser aprobada, y al no conseguirla, pasa a disposición del Hemiciclo en el que votan todos los eurodiputados. Allí, la iniciativa de la Comisión Europea fue aceptada con 336 votos a favor, 300 en contra y 13 abstenciones.

Clara división entre bloques

Sin embargo, como se puede intuir por los apretados resultados de todas las votaciones citadas, existe una clara división entre bloques tanto en la Eurocámara como en el Consejo de la Unión Europea. Una división en términos políticos que lo que hace es atestiguar la también división social sobre las exigencias medioambientales. A las puertas del Parlamento de Estrasburgo, coincidieron dos manifestaciones este martes: una que fue organizada por el Comité de Organizaciones Agrarias y Cooperativas comunitarias (Copa-Cogeca), en representación de las grandes explotaciones agrarias de la UE, y otra por organizaciones de carácter medioambientalista, en la que participó la conocida activista Greta Thunberg. “La historia les juzgará duramente si deciden estar del lado de los intereses destructivos y los grandes grupos de presión”, declaró la sueca.

La ley de restauración de la naturaleza se encuentra dentro del marco ecologista que la Comisión Europea lleva ya casi un lustro impulsando.En esta línea, el Pacto Verde Europeo fue uno de los motivos que llevaron a socialistas y liberales a avalar a Von der Leyen, pero el PPE se ha distanciado de la alemana y la han acusado de haberse aproximado más a dichos grupos que a los intereses de los más conservadores. Un distanciamiento que inicialmente no fue muy acuciante, pero que tras las recientes votaciones, se ha hecho mucho más evidente.

Qué pretende la Ley de restauración de la naturaleza

La ley de restauración de la naturaleza busca conseguir una recuperación del 20% de las zonas terrestres y marítimas de la UE de aquí a 2030 y del total de los ecosistemas dañados hasta final de siglo. “La restauración implica estrechamente y beneficia a todos los sectores de la sociedad; debe llevarse a cabo en un proceso integrador y tiene un impacto especialmente positivo en quienes dependen directamente de una naturaleza sana para su sustento, como agricultores, silvicultores y pescadores. La inversión en restauración de la naturaleza suma entre 8 y 38 euros en valor económico a cada euro gastado, gracias a los servicios ecosistémicos que garantizan la seguridad alimentaria, la resiliencia y mitigación de los ecosistemas y el clima y la salud humana”, se argumentaba desde la Comisión Europea en un comunicado en el que se explicaba y detallaba la iniciativa, impulsada en junio del año pasado.

Sin embargo, los 'populares' europeos, dirigidos por Manfred Weber, aseguran que "la ley es una amenaza para la seguridad alimentaria porque obliga a los agricultores a dedicar parte de sus tierras a la preservación de la biodiversidad". “Restaurar el medio ambiente no tiene que suponer la muerte de toda producción artesanal, industrial, forestal o agrícola, no”, enarboló la democristiana francesa Anne Sander durante el debate. “Vamos a rechazar esta ley esperando que venga otra que persiga conciliar la protección del medioambiente con la actividad de producir alimentos de calidad para todos los ciudadanos”, agregó el parlamentario del grupo 'popular' Javier Mato.