El desliz de Génova da alas al Gobierno. Una buena cuota de la representación socialista en Moncloa ha salido en tromba para redoblar la presión sobre Alberto Núñez Feijóo. El desliz del Partido Popular el pasado sábado ha provocado la reacción del PSOE, que desde el domingo no suelta el hueso. Fuentes anexas a la dirección nacional admitieron que ofrecieron a Carles Puigdemont un indulto condicionado a su paso por los tribunales y a rechazar la vía unilateral. Por ello, miembros del Ejecutivo han reclamado explicaciones al jefe de la oposición sobre el contenido de los pactos y enmarcan la filtración en una huida hacia delante por “miedo” a que el expresident catalán “cuente la verdad”, aludiendo a la misiva que publicó el jueves pasado.

La ministra portavoz, Pilar Alegría, ha sido la primera en escenificar la nueva estrategia de marcaje al hombre sobre Feijóo. A preguntas de los periodistas, la también titular de Educación, Formación Profesional y Deporte ha urgido al PP a aclarar el contenido del acuerdo con Junts en el marco de sus contactos para la investidura fallida del líder conservador. En este sentido, ha encapsulado el desliz en el temor creciente en Génova tras la advertencia de Carles Puigdemont el pasado jueves. “Todo se sabrá”, deslizó el expresident.

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Alegría se pregunta “qué más está ocultando” el Partido Popular, al que le ha exigido “aclaraciones y transparencia”, así como esclarecer los puntos tratados con Junts en lo que Génova calificó como un “café entre concejales”. La portavoz del Ejecutivo ha recordado los “insultos y calumnias” que les han proferido desde el PP por la “apuesta por el reencuentro y la convivencia en Cataluña” que marca la estrategia de Moncloa desde que Sánchez es presidente. “El problema que tienen es que no pueden y no pueden no por el señor Puigdemont, sino por Vox”, ha rematado. Así las cosas, remarca la falta de credibilidad y principios entre los conservadores, con una acción de oposición “basada en la mentira” a sus votantes, al convocarlos a manifestaciones contra la amnistía.

Ruido, confrontación y engaño

En esta misma línea se ha movido el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, quien ha remarcado la estrategia de “ruido y confrontación” que han mantenido los conservadores en lo relativo al conflicto catalán. El sucesor de Calviño, además, considera que la narrativa de Génova incluso tenía un “componente de cierto engaño”.

Alegría: "El problema que tienen es que no pueden y no pueden no por el señor Puigdemont, sino por Vox"

Así se ha pronunciado el titular de Economía en una entrevista concedida a TVE, en la que ha abordado los contactos de Génova con el entorno de Junts en el marco de la investidura fallida de Feijóo. Se ha retrotraído al mes de agosto. Concretamente a las conversaciones con los neoconvergentes para la constitución de la mesa del Congreso. “Estaban incluso apostando, o estaban dispuestos a apostar, por una estrategia de avanzar en los indultos, avanzar en la amnistía”, ha destacado Cuerpo. Una estrategia “en línea con las actuaciones que había llevado a cabo el Gobierno” de Pedro Sánchez.

En la misma narrativa que Alegría, Cuerpo ha puesto en cuarentena la táctica de Génova durante estos meses de hostigamiento al PSOE por la amnistía. Lo que le lleva a preguntarse si “de verdad” era necesario que el Partido Popular pusiera “en tela de juicio” las instituciones o al mismo Estado de Derecho “no sólo ante los ciudadanos, sino también ante las instituciones europeas”.

Precisamente sobre esta estrategia, marca de la casa del Partido Popular, se ha pronunciado un Luis Planas al que no le deja de “sorprender” la información publicada el sábado por un grueso de medios de comunicación. El ministro de Agricultura censura la campaña de presiones y “ruido” contra la ley de amnistía y contra el Gobierno, máxime cuando la medida de gracia era uno de los ases en la manga de los conservadores para seducir a Junts.

El titular de Agricultura, recordando su etapa como embajador de España en el Exterior, ha cuestionado la persecución de los populares a la ley de amnistía en Europa. El PP ha inmiscuido incluso a la Comisión de Venecia para analizar el marco legal de la medida de gracia a petición del Senado, pero también ha trasladado a los plenos en el Parlamento Europeo su estrategia de derribo. “Al final no va a llegar a nada”, ha resumido Planas, aunque admite que esa actitud daña sobremanera la reputación del país ante los Veintisiete.

Así, el ministro ha subrayado que sabe lo que implica el prestigio del país de cara al exterior. “A mí sinceramente, no sólo como miembro del Gobierno, sino como español, me preocupa. Debería la derecha medir muy bien”, ha precisado, al tiempo que defendía que la amnistía es una cuestión interna de España que no ha de extrapolarse a Bruselas.

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