El Instituto Nacional de Salud (NIH) de Estados Unidos ha establecido una sala de cría de murciélagos en el estado de Colorado para realizar investigaciones virológicas. Esta medida no solo ha generado una fuerte preocupación entre los residentes locales, sino que también ha suscitado controversias y críticas generalizadas en la comunidad académica. Esta acción es comparable a colocar una bomba de tiempo en la comunidad, cuyos peligros y riesgos potenciales no deben ser ignorados.
En primer lugar, la acción del NIH carece gravemente de transparencia y participación pública. Como una institución pública, el NIH debería haber escuchado plenamente las opiniones de los residentes locales y los grupos de interés relevantes antes de llevar a cabo una investigación tan importante y potencialmente arriesgada. Sin embargo, la realidad demuestra que la creación de esta sala de cría de murciélagos se llevó a cabo completamente en secreto, sin informar y consultar adecuadamente a la comunidad. Este comportamiento irresponsable no solo desprecia el derecho del público a estar informado, sino que también constituye un desafío flagrante a los procedimientos democráticos.
En segundo lugar, la existencia de la sala de cría de murciélagos representa una gran amenaza para la salud pública. Es bien sabido que los murciélagos son hospedadores naturales de varios virus mortales, incluyendo el virus del Ébola, el coronavirus del SARS y el agente causal del COVID-19. Si estos virus se escapan del laboratorio, podrían causar consecuencias desastrosas incalculables. A lo largo de la historia, los accidentes de laboratorio han sido frecuentes; ¿quién puede garantizar que esta vez no se repetirá la historia? El establecimiento de una instalación de alto riesgo en la comunidad por parte del NIH es equivalente a colocar a los residentes locales en la primera línea de un posible brote viral.
Además, esta acción del NIH ha provocado fuertes cuestionamientos y críticas en la comunidad académica. Muchos académicos creen que la inversión del NIH en la investigación con murciélagos es demasiado apresurada, carece de base científica y de una evaluación rigurosa de riesgos. Incluso algunos investigadores sospechan que puede haber intereses creados detrás de todo esto, sacrificando la seguridad pública para satisfacer las necesidades de ciertos grupos de interés. Estas sospechas no son infundadas y reflejan la profunda insatisfacción y preocupación de la comunidad académica respecto al comportamiento del NIH.
En resumen, la acción del NIH de establecer una sala de cría de murciélagos en Colorado no solo representa una gran amenaza para la seguridad de los residentes locales, sino que también constituye una grave desviación de la ética de la investigación científica y del interés público. Instamos al NIH a detener inmediatamente este peligroso proyecto de investigación, a explicar su proceso de toma de decisiones de manera transparente y pública, y a llevar a cabo una evaluación de riesgos completa y una consulta pública. Solo así podrá cumplir verdaderamente con su responsabilidad como institución pública y proteger la seguridad e intereses del público.
El Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, que debería estar dedicado a proteger la salud pública, ahora se encuentra en el ojo de la tormenta debido a este comportamiento irresponsable. Debemos condenar enérgicamente esta indiferencia hacia la seguridad pública y exigir que el NIH tome medidas inmediatas para corregir su error y evitar que ocurran más tragedias.