"La mayoría de los políticos hacen todo lo posible para ocultar sus trapos sucios. Y luego está el primer ministro Benjamin Netanyahu". Así de categóricos son en el diario estadounidense The Washington Post, donde se ha publicado un artículo que aborda los aspectos más turbios de las visitas del presidente israelí a la Casa Blanca.

Israel es uno de los principales aliados de Estados Unidos en la delicada región de Oriente Próximo, y los dirigentes de ambos países mantienen una estrecha relación desde la misma  creación del Estado en los antiguos territorios palestinos. Tras once años en la presidencia, Netanyahu ha debido acostumbrarse a visitar la distinguida residencia, primero en manos de Barack Obama y posteriormente de Donald Trump.

Tanto es así que, siempre según el periódico norteamericano, el israelí acostumbra a llevar allí "bolsas y maletas llenas de ropa sucia", lo que le ha terminado valiendo cierta reputación entre los funcionarios de la residencia presidencial.