En cuanto al supuesto delito de violación sobre el que la fiscalía sueca está interesada en interrogar a Assange, Garzón comentó: “Tampoco es normal que Suecia le reclame para interrogarle. No ha habido acusación alguna, no hay cargos. El fiscal puede ir a interrogarle a Reino Unido. Se quiere que responda en Suecia lo cual es respetable pero no imprescindible. No digo que se trate de un caso “fabricado” o no como se ha comentado. Lo que digo es que es inconsistente”.  Estas declaraciones tuvieron lugar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid donde la reunión informativa se celebró al fin tras la negativa días atrás de la directora de Comunicación de Presidencia de Gobierno a ceder una sala del Centro Internacional de Prensa al Círculo de Corresponsales Extranjeros.

El falso bufete llevó a Assange a Garzón
Garzón explicó que Assange se puso en contacto con él tras el error de un medio informativo español que publicó que el exjuez había abierto un despacho de abogados en Madrid. “Este extremo es incierto, me he dado de alta como abogado pero no he abierto ningún bufete. Pero se conoce que esta noticia inexacta le dio la idea a Assange. Estaba yo en Bogotá y se puso en contacto conmigo planteándome la posibilidad de colaborar en su defensa. Yo no le conocía de nada ni le había visto en mi vida”.

Defensa altruista
Tras pensarlo unos días, Garzón viajó a Londres donde se encontró con Assange. “Después de  que me explicara los  hechos acepté con dos condiciones: la primera, que mi colaboración iba a ser altruista, probono. La segunda, que yo tenía libertad para establecer la línea de defensa que me pareciera oportuna de acuerdo con los abogados que le defendían en diferentes países". “Acepté porque considero que lo que le acontece a Julián Assange es una injusticia. Se persigue por su trabajo a alguien que a través de Wikileaks ha informado sobre temas reservados o clasificados y que se han divulgado a través de los medios de comunicación. Una vez que ha llegado a los medios entiendo que no son temas secretos. Habría que investigar sobre los contenidos de esas informaciones, no sobre quien los ha divulgado”.

Complicada situación
Aclaró Garzón que el hecho de que Assange pidiera asilo a Ecuador fue ajeno por completo a su propio trabajo en ese país sobre temas de justicia, trabajo que no tiene vinculación con el Gobierno ecuatoriano. La situación de Assange se resume al día de hoy en su confinamiento como asilado en la embajada ecuatoriana en Reino Unido, mientras Suecia demanda que se presente ante la fiscalía para ser interrogado por una denuncia de violación y existe el temor de que una vez allí sea extraditado a Estados Unidos para ser enjuiciado por las publicaciones de Wikileaks.

Garantías de que no se le extraditará
En este sentido, Garzón subrayó: “Es falso que Julian Assange no quiera presentarse ante la justicia sueca que –insistió-  aún no ha formulado los cargos contra él. Lo que demandó Assange fueron garantías sólidas de que no se extraditará a Estados Unidos. Pero él iría ahora mismo si se le dan estas garantías”. En toda esta cuestión, reflexionó Garzón “se olvida la esencia del derecho de asilo, no se otorga por amor al arte sino ante la evidencia de que se produce una situación de violación de derechos fundamentales. Debe otorgarse un salvoconducto ya para garantizar el derecho fundamental de asilo y luego ver cómo responde Assange ante la justicia sueca”.

Jurado secreto en Virginia
De Assange, dice que está bien. “Tiene una fuerza mental poderosa”, añade Garzón que se describe como un pesimista positivo en cuanto a la conclusión del tema. A la espera de que tras el verano se reanuden los contactos diplomáticos, la situación en Estados Unidos es compleja.  A la pregunta de porqué está tan seguro de que allí el proceso de investigación está en curso, Garzón afirmó que hay pruebas fehacientes: “A través de lo que han testificado algunas personas en el caso del soldado Manning o lo que está llegando de información sobre un jurado secreto en Virginia”. “Al señor Assange se le ha catalogado de enemigo de los Estados Unidos, así se ha puesto de manifiesto en las opiniones de políticos eminentes. Es evidente que se le intenta aplicar la ley sobre espionaje de principios del siglo XX cuando la guerra fría, con un cargo de traición".

Programa en la televisión de Colombia
Garzón contestó a preguntas sobre derechos humanos en el mundo. Celebró como una muy buena noticia para la justicia universal y para las víctimas la visita a España de la jueza argentina María Servini de Cubría en la querella de las víctimas del franquismo; definió como acto de valentía el diálogo del Gobierno de Colombia con las FARC, explicó su situación laboral: la misión de apoyo a la justicia en Colombia, en Ecuador, su próximo trabajo en derechos humanos con la cámara de diputados argentina, de abogado en breve con los indígenas, su labor en la fundación que lleva su nombre, los escritos que está realizando y como novedad, su nuevo programa en la televisión colombiana.

Iconos y presiones
¿Es un icono Assange para la información, una especie de Che Guevara mediático?, le preguntaron a Garzón. “No se si es un icono de la información, pero sí que ha revolucionado el mundo informativo a través de Wikileaks. Supongo que aún presentará sorpresas y análisis apasionantes. Creo que es un complemento de la información para que los demás medios puedan analizar en profundidad.” En un momento dado, Garzón comentó que se habían producido presiones en el entorno de Assange. Un periodista le preguntó: “Desde que usted inició su participación en la defensa ¿se han recrudecido estas presiones?” Baltasar Garzón contestó: “Por ahora, me reservo la respuesta”.