Según el Gobierno valenciano, la empresa operadora dice desconocer el contenido de esos anuncios pues el alquiler de los espacios lo hace a través de una empresa de medios, la que consigue los anunciantes y que, según el Ejecutivo autonómico, "va a cambiar los anuncios". La Generalitat considera que las imágenes que actualmente ocupan toda la trasera de varias líneas de autobús "incumplen claramente los requisitos de imagen y de medidas de Metrobús", la marca comercial bajo la que opera las empresas de transporte de autobús en el área metropolitana de Valencia. Asimismo, la AVM analiza si estos contenidos incumplen la Ley 34/1988 de publicidad por si adopta "las medidas pertinentes".

"Poco éticos"
Esta mañana, la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, defendía la legalidad de los contratos de publicidad que están detrás de estos anuncios aunque reconocía que le parecían "poco éticos" y anunciaba que el servicio jurídico de la Conselleria "está viendo la posibilidad de que, a través de la Ley General de Publicidad, se pueda establecer algún tipo de limitación, porque es una publicidad que puede atentar contra la dignidad". En Málaga, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha sido preguntada por este asunto y ha afirmado que las líneas de transporte público donde se ha insertado esa publicidad "no son municipales", sino por concesión privada.

Barberá amenaza con 'matar' al mensajero
Tras negar que esa iniciativa publicitaria hubiera surgido en su Ayuntamiento, Barberá ha aclarado que por pertenecer "por familia y por profesión" al ámbito de los medios de comunicación, tiene "alguna capacidad" para señalar que la información publicada hoy "no es correcta" y por ello, el Ayuntamiento estudiará si adopta medidas legales contra el citado periódico. Por su parte, fuentes de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), dependiente del Ayuntamiento, han aseverado que "nunca" sus autobuses han incluido publicidad de negocios eróticos, y han defendido los mecanismos con que cuentan para filtrar el contenido de los anuncios exhibidos en los vehículos.

La EMT admite que pueden vetar campañas
De hecho, han incidido en que hay una cláusula en el contrato de cada propuesta publicitaria para que la EMT conozca de antemano las campañas a realizar en sus autobuses, lo que les permite rechazar cualquiera que atente contra las creencias religiosas, los menores y la moral o fomente la violencia o el sexo. El grupo parlamentario de Compromís ha presentado dos preguntas en Les Corts para que el Consell y la Conselleria de Justicia y Bienestar Social respondan sobre este asunto, concretamente sobre la publicidad de "negocios que se dedican a la explotación sexual de las mujeres". Varios vecinos y usuarios han comentado que les parece mal que se anuncien esos servicios eróticos en el transporte público, al entender que esta publicidad perjudica a la imagen de la ciudad y puede ser vista por menores.