El pasado verano la dedicación profesional de la alcaldesa, que se presentó por las filas de Foro, y consiguió su puesto con el apoyo del PP, se convirtió en el tema principal de debate en la política local.  Se descubrió entonces que Moriyón, que es médico, se negaba a aplicarse la incompatibilidad que conlleva su puesto, y continuaba operando en una clínica privada, en la que aparece como especialista en cirugía general, cirugía digestiva y mamaria. 

Los demás partidos la han denunciado
La resistencia de la alcaldesa a dejar de ejercer su profesión, tal y como marca la incompatibilidad de su cargo, llevó a que presentaran una denuncia conjunta contra ella el PSOE, IU y el PP, aunque este partido había apoyado su elección. Como recordaba ayer el diario asturiano Nueva España, los portavoces de los demás partidos “acusaron a la regidora de haber omitido en su declaración jurada de actividades que seguía realizando intervenciones quirúrgicas en el sector privado y que además era profesora de un máster de Medicina en Madrid”.

El portavoz socialista, Santiago Martínez Argüelles recordó que ser alcalde de una ciudad del tamaño de Gijón “es absolutamente incompatible con la dedicación y la integridad ética que exige el cargo”; en el mismo sentido se manifestó Pilar Fernández Pardo, la portavoz del PP en la ciudad asturiana, y su partido inició el proceso de demanda contra la alcaldesa.

Incompatibilidades no sólo económicas, también éticas
Carmen Moriyón, que sigue ejerciendo como decimos en una clínica privada, donde ejerce de ciujana una vez a la semana, se defiende diciendo que dona el sueldo que percibe por ejercer su profesión a una ong, pero los demás partidos le recuerdan  a la alcaldesa que no es sólo una cuestión de dinero, sino también de ética: la alcaldesa, que tiene que tomar decisiones que pueden afectar a las diferentes empresas de su municipio, no puede ser asalariada de una de ellas.