En una entrevista en El Comercio.es, el minero explica que “no da crédito a la acusación” y añade que los policías iban con pantalla y él en ningún momento se enfrentó con ninguno. La Fiscalía pidió prisión provisional sin fianza contra Fernández, que tuvo que pasar la noche del jueves en comisaría. Le responsabiliza de haber roto la nariz a un agente.

Pidió a los policías que no agredieran a un compañero
José Emilio Fernández ha contado que cuando faltaba poco para subir al autobús que lo llevaría de vuelta a Asturias, vio cómo unos policías agredían a uno de sus compañeros del pozo María Luisa, por lo que acercó a pedirles que lo dejaran. A continuación, se acercó a un amigo con quien comentó lo sucedido.

Lo metieron en un furgón policial
“Qué haces, qué me estás cogiendo?”, fue lo que atinó a decir José Emilio cuando los policías se acercaron a detenerle, sin que él mostrara resistencia, como puede apreciarse en el siguiente vídeo. A continuación, una docena de agentes lo aisló del resto de manifestantes y fue conducido a un furgón que le trasladó a la comisaría.

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El sindicato minero e IU le apoyan
El SOMA, sindicato al que pertenece el minero, le apoya porque considera que no existe indicio alguno que pueda relacionarlo con los hechos ni pruebas que lo vinculen con el ataque al policía, tal y como sostiene la Fiscalía.

Izquierda Unida también le respalda. El portavoz de la coalición en Langreo, Jesús Sánchez, anunció una moción en la que se pide explícitamente la dimisión de la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, así como también solicita que se identifique a los agentes que detuvieron al minero y se les abra el correspondiente expediente. La formación  cree que “hubo vulneración de los derechos básicos, una detención ilegal y abusiva y se impidió “ejercer un derecho constitucional como es el de manifestarse libremente”.

La polémica sobre la carga policial
La actuación policial durante la manifestación de los mineros ha estado rodeada de polémica. La Policía cargó contra los manifestantes, de manera excesiva e incluso con pelotas de goma, según denuncias realizadas en las redes sociales con la ayuda de imágenes, que desmintieron la afirmación de la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, quien negó en Twitter que los agentes las hubieran usado.