Se avecina una nueva guerra sin cuartel en el access prime time y eso es una realidad. A partir de la próxima temporada, las cadenas más vistas de nuestro país contarán con un programa con el que intentar llevarse la medalla de oro. La última en sumarse a la batalla ha sido Telecinco tras darse a conocer el fichaje de Carlos Latre y es que para nada es cuento chino que la cadena tiene una franja maldita a consecuencia de una de sus decisiones pasadas.

El Hormiguero se ha convertido en la quimera de toda su competencia. Aquel programa infantiloide y de agrado de toda la familia que se creó en Cuatro dio el salto a Antena 3 en 2011: Paolo Vasile se negó en rotundo a pagar "la cantidad indecente de dinero" que Pablo Motos pedía por seguir siendo una de las partes imprescindibles del ADN en la cadena roja tras la fusión.

Y esa forma de hacer televisión se consolidó poco a poco -con un curioso viraje en sus contenidos dicho sea de paso- hasta el punto de ser un titán al que nadie puede hacerle frente. Hubo un tiempo en el que Mediaset España presumía de liderazgo frente a Pablo Motos: "En la franja de El Hormiguero solo hay un rey, Telecinco". Y es que en mayo de 2019, el éxito de Supervivientes en el access (14,4%) se colocaba por encima de Antena 3 (13,8%).

Desde que el modelo de la cadena comenzó a mostrar síntomas de debilidad, ningún formato ha terminado de cuajar en esa franja horaria ya conocida como "maldita". Parece que da igual el tipo de contenidos: ni los concursos ni la telerrealidad, sin olvidarnos de los magacines, han logrado unos resultados lo suficientemente correctos como para aguantar.

Desde ese 2019, Telecinco solo lo intentó una vez

La fórmula más recurrente en Telecinco durante todos estos años siempre ha sido la programación de tiras diarias sobre el reality show de turno. Daba igual el nombre: bien se contaban en pantalla las últimas horas de Supervivientes o la versión en emisión de Gran Hermano. Las diferencias de esos especiales con los resúmenes diarios eran -y son a día de hoy- mínimos.

Antes de explicar cómo funcionó su último intento real, es necesario destacar que no solo se ha destinado la franja a la telerrealidad. Allá por 2021, Mediaset España le confió su franja maldita a Alta Tensión con Christian Gálvez al frente de su nueva versión. Sin pena ni gloria, el mítico concurso terminó por marcharse a otra franja ante el regreso de vacaciones tanto de El Hormiguero como de El Intermedio.

En su periplo por el access, Alta Tensión firmó un 11,8% de cuota media de pantalla y 1.411.000 espectadores. Estos datos deben entenderse en un contexto: Telecinco firmó una media global del 13,1% en agosto de 2021, por lo que el concurso estuvo por debajo de las audiencias de la cadena. Ese mismo fue el mes en el que Antena 3 logró el liderazgo por primera vez en 35 meses por solo doce centésimas (13,121% vs 13,109%).

Hubo otro conato de programa en directo ya en marzo de 2022. Casi un año después, la productora de Ana Rosa Quintana intentó salvar a Telecinco de su franja maldita con el efímero Ucrania: esto no se podrá olvidar. La acogida fue un tanto fría (8,5% y 1.332.000), vislumbrando un mal futuro para el boletín diario sobre la guerra que Ana Terradillos capitaneaba en directo.

Tan solo un día después, el espacio ya perdió la friolera de -3,2 puntos sin alcanzar el millón de espectadores. Y Telecinco canceló su emisión tras solo cuatro entregas con una media del 7,4% de share y 1.134.000 seguidores. Su cancelación incluso sirvió de inspiración a Damián Moya, el hombre que da vida a Barrancas: "Esto no se podrá olvidar, a menos que no dé audiencia y entonces lo olvidemos".

Cuentos Chinos, ¿regalo envenenado o falta de paciencia?

Saltando a septiembre de 2023, Telecinco volvía a intentarlo en el access prime time con lo que parecía su primera apuesta real prácticamente desde Camera Café. Después del traumático final de Sálvame, Mediaset España daba luz verde a un nuevo proyecto de sus creadores: Cuentos Chinos, obra de La Fábrica de la Tele de Óscar Cornejo y Adrián Madrid, con Jorge Javier Vázquez al frente.

La apuesta fue real, de hecho, hasta se presentó en el aclamado FesTVal de Vitoria. Sin embargo, todo se puso en contra: hasta se habló de llamadas para impedir que Cuentos Chinos tuviese invitados que pudiesen hacer sombra a El Hormiguero. En ese momento, era vital para el programa que Telecinco tuviese una paciencia que se disipó con el paso de los días.

Vázquez, en una de sus mejores versiones, comenzó aquel primer programa de Cuentos Chinos vestido al más puro estilo dictador norcoreano y repartiendo "estopa" a diestro y siniestro. Tan solo diez entregas después, Mediaset España comunicó su fulminante cancelación por su pobre media de audiencias (7,0% y 912 000). Solo una de sus entregas fue capaz de superar el listón del millón de seguidores durante todo el programa.

Entonces no hubo paciencia, se calificó la decisión en redes sociales como "regalo envenenado" y La Fábrica de la Tele de entonces se colocó en un plano muy complicado para sobrevivir en el grupo de comunicación. Ahora, Mediaset España tiene el reto de no caer en este tipo de errores y, sobre todo, poner en marcha un programa diferente, atractivo y capaz de hacer sombra al Goliat Pablo Motos.

La tarea tampoco será fácil porque, a priori, los jóvenes se inclinarán por David Broncano en la nueva versión de La Resistencia. Eso sí, siempre es una gran noticia para los espectadores que cada una de las cadenas apueste por revitalizar sus parrillas independientemente del resultado.

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