En la pasada reunión de la  Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico, celebrada el 25 de febrero, aprobamos por unanimidad la Proposición No de Ley del Grupo Parlamentario Socialista, instando al Gobierno a la extensión de la cobertura de redes fijas y móviles ultrarrápidas las zonas rurales y con menor densidad de población, de manera que sirva como un elemento importante, junto con otras medidas, para revertir los procesos de despoblación de muchas regiones de España.

Que la velocidad ultrarrápida de Internet llegue en 2025 a todo el territorio es uno de los compromisos del Gobierno. Y bajo esa premisa estamos trabajando todos conjuntamente para conseguir cumplir el objetivo. Por ello en la comisión, todos los Grupos Parlamentarios apoyaron la Proposición No de Ley. Bueno, todos a excepción del PP que se abstuvo, nadie sabe muy bien el porqué.

En realidad, de lo que se trata es de adoptar acuerdos en el ámbito legislativo que impulsen la acción del Gobierno para resolver los problemas de los ciudadanos. También es posible el acuerdo en el Congreso cuando de lo que se trata es de contribuir a mejorar las condiciones de vida en el Medio Rural y ya de paso poner a disposición herramientas imprescindibles para fijar población en nuestros pueblos, revertir el proceso demográfico en la España interior.

El Gobierno lo forman ministras y ministros que, mayoritariamente, dedican su tiempo, su trabajo, su esfuerzo y su talento a resolver los problemas de los ciudadanos en una situación de grave crisis social, económica y sanitaria provocada por la pandemia. No es momento de perder el tiempo en protagonismos estériles, ni en tacticismos electorales, las ministras y ministros socialistas tienen como prioridad trabajar para la gente en un momento en el que la ciudadanía demanda soluciones y unidad de acción.  

Durante la crisis del Covid-19 se ha evidenciado el problema de la falta de cobertura digital en muchos de los territorios de nuestro país, de manera especial para realizar teletrabajo y, sobre todo, para continuar con la actividad académica en colegios, institutos y universidades.

Esto pone de manifiesto que esta crisis ha visibilizado aún más las desigualdades de los diferentes territorios, así como las diferencias entre las zonas urbanas densamente pobladas y las zonas ruarles, especialmente aquellas en riesgo de despoblación. Por ello, en la estrategia para abordar el reto demográfico se deben afrontar las carencias de los municipios, comarcas y regiones españolas, y la falta de cobertura digital es una de ellas. 

Entre los servicios básicos que necesita el medio rural, las zonas despobladas, se encuentra la conectividad, con acceso a internet de banda ancha. Esta posibilidad facilita el acceso a clientes y mercados, un acceso más cercano a las administraciones públicas o la posibilidad el teletrabajo, cuya expansión a partir de las medidas de confinamiento para enfrentar la pandemia de la Covid-19 se espera que crezca con fuerza y se asiente como una práctica normal una vez pase todo.

Es cierto que España ha avanzado mucho en los últimos años en el despliegue de infraestructuras digitales, con más de 94.3% de los hogares con cobertura de banda ancha rápida (>/ 30 Mbps) en 2019, según datos del reciente informe de Cobertura de Banda Ancha en España 2019 publicado por el Ministerio de Economía y Empresa, el pasado 4 de mayo de 2020.

Sin embargo, estas buenas cifras generales no evitan que aún haya diferencias entre regiones y entre zonas urbanas y rurales que es necesario equilibrar. Estas diferencias se han reducido significativamente en el caso de la cobertura de alta velocidad (>/ 30 Mbps), con una cobertura total media del 94,3% frente al 86,6% en las zonas rurales. Pero esta brecha resulta aún significativa en el caso de las coberturas ultrarrápidas (>/100 Mbps), donde la cobertura media total en España es de 83,6% frente al 49,8% de promedio en los municipios rurales.

Las diferencias se aprecian también en términos de Comunidades Autónomas. Así por ejemplo, Madrid es (sin contar la Ciudad Autónoma de Melilla, que tiene una cobertura del 100%) la Comunidad Autónoma con mayor cobertura en banda ancha ultrarrápida (97,3%), en contraste con el 64,1% de Extremadura, la que menos tiene, seguida de Galicia con el 66,1% y Castilla y León con el 66,7%.

La extensión de la cobertura de redes fijas y móviles ultrarrápidas pasa necesariamente por priorizar su expansión en las zonas rurales y con menor densidad de población, de manera que sirva como un elemento importante, junto con otras medidas, para revertir los procesos de despoblación de esas regiones.

El compromiso del Gobierno de España, que preside Pedro Sánchez, es hacer llegar el Plan de Conectividad Digital a todo el territorio con una velocidad de más de 100 Mbps.

Antidio Fagúndez Campo es diputado por la provincia de Zamora y Portavoz Del Partido Socialista sobre Reto Demográfico en el Congreso