Las elecciones generales de Brasil están a punto de concluir y el candidato del Partido de los Trabajadores, Lula da Silva, es el favorito de las encuestas para proclamarse como nuevo presidente de la República y destronar al ultraderechista Jair Bolsonaro. Los últimos sondeos, recogidos por El Electoral, otorgan al candidato socialista el 48% del apoyo en las urnas, una ventaja de 11 puntos respecto al candidato del Partido Liberal.

 

Sin embargo, a Lula no siempre le han venido bien dadas. El que fuese presidente del país carioca entre 2003 y 2010 tuvo que hacer frente a un cese fruto del deterioro de su imagen, a un ingreso en prisión injusto y a innumerables acusaciones de delitos por parte de una justicia que lo tenía entre ceja y ceja, además de las peripecias que vivió en su etapa en el sindicalismo metalúrgico. Ahora, tras todo ello, afronta las elecciones en una posición ventajosa y cabe recordar quién fue uno de sus principales apoyos en el socialismo internacional: el expresidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero.

El socialista fue el primer político de toda Europa en reunirse con el expresidente brasileño tras ser declarado inocente de todos los cargos de los que se le acusaba y quedar en libertad. Zapatero viajó, en noviembre de 2019, a São Paulo, con el fin de mantener un encuentro con Lula y de participar, junto a otros políticos latinoamericanos, en una Conferencia Internacional sobre el estado de la democracia y la crisis medioambiental, en el marco del VII Congreso nacional del Partido de los Trabajadores.

“Siempre le supe inocente”

Zapatero ha designado a Lula, en varias ocasiones, como "el gran maestro de la igualdad”. “Es el maestro de reducir las desigualdades y, por eso, hombres como Lula van a ser los que escriban el siglo XXI, el siglo de la igualdad", declaró en su momento el expresidente español.

A su vez, el socialista se mostraba convencido de la inocencia de su homólogo carioca: "Le sabía inocente, le supe siempre inocente", expresaba. Lula recuperó sus derechos políticos después de que la Corte Suprema de Brasil anulara las dos condenas de corrupción a las que fue sometido y por las que estuvo 580 días en la cárcel, y después de que diversas investigaciones revelasen parcialidad y manipulación en los juicios.

Por otra parte, Zapatero también sostuvo, en 2021, que "una de las razones más esperanzadoras que tiene la comunidad política internacional por delante es ver nuevamente al presidente Lula al frente de Brasil". “Veremos a Lula nuevamente como presidente de Brasil. Estoy convencido”, señalaba el expresidente español.