La Unión Europea (UE) afronta este martes una reunión crucial para tratar de consensuar una posición común sobre la crisis en Oriente Próximo, donde la escalada de violencia entre Israel y Hamás ha dejado más de 3.000 muertos y miles de heridos en la Franja de Gaza. El encuentro, que se celebrará por videoconferencia a partir de las 17.30 horas, pondrá a prueba la cohesión interna del bloque, que se ha visto erosionada por las divisiones y las críticas a la gestión de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

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La jefa del Ejecutivo comunitario ha sido objeto de reproches por parte de algunos Estados miembros, el Parlamento Europeo y organizaciones humanitarias por su viaje a Israel el pasado viernes, en el que expresó su solidaridad con el país hebreo y su derecho a defenderse de los ataques de Hamás, sin aludir al respeto al derecho internacional ni a la situación humanitaria en Gaza: “Ante esta tragedia indescriptible, sólo hay una respuesta posible: Europa está con Israel. Pretenden erradicar la vida judía de la tierra, y han pasado a la acción. Este es el ataque más atroz contra los judíos desde el Holocausto”. Von der Leyen también anunció la congelación de la ayuda al desarrollo de 691 millones de euros a Palestina tras el ataque de Hamás a Israel, una medida que provocó el desacuerdo del comisario de Ayuda Humanitaria, Janez Lenarcic.

Ante el malestar generado por su postura, Von der Leyen matizó su discurso el sábado e instó a Israel a que respete el derecho internacional y proteja a los civiles en Gaza. Además, anunció que triplicaría la ayuda humanitaria para Gaza, pasando de 8 a 24 millones de euros. Sin embargo, estas rectificaciones no han sido suficientes para acallar las voces críticas, que le acusan de haberse alineado con Israel y de haber debilitado el papel mediador de la UE en el conflicto.

De esta manera, la reunión de este martes será una oportunidad para que Von der Leyen recupere el liderazgo y la credibilidad perdidos, pero también un desafío para lograr una posición común entre los 27 Estados miembros, que tienen visiones diferentes sobre cómo abordar la crisis. Mientras que algunos países, como Irlanda o España han defendido una solución negociada basada en dos Estados y han condenado los ataques indiscriminados contra civiles por ambas partes, otros, como Hungría, República Checa o Austria, han mostrado un apoyo incondicional a Israel y han rechazado cualquier tipo de presión o sanción contra el Gobierno de Benjamín Netanyahu.

Asimismo, en esta suerte de colapso en la que ha entrado Europa –y que no deja de ser un caldo de cultivo para que la extrema derecha siga campando a sus anchas-, países que en otrora fueron ejemplos de democracia y libertad de expresión como Alemania, Francia o Reino Unido han optado por restringir las manifestaciones en apoyo a Palestina, llegando incluso a dar órdenes a sus agentes de seguridad para detener a cualquier persona que ose ondear la bandera palestina. Una barbaridad democrática que solamente seremos capaces de contextualizar con el paso del tiempo.

El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, será el encargado de moderar el debate y de intentar consensuar una declaración conjunta que refleje la posición oficial del bloque. Borrell ha recordado que Israel tiene "ciertamente" el derecho a defenderse de la agresión pero tiene que ejercerlo "en línea con el derecho internacional humanitario" y ha abogado por un alto el fuego inmediato y duradero. El jefe de la diplomacia europea también ha expresado su preocupación por el riesgo de contagio del conflicto a otros países de la región y ha instado a reanudar el diálogo entre las partes.

La reunión se produce en un momento crítico, cuando Israel ha intensificado sus bombardeos sobre Gaza y se prepara para una posible incursión terrestre en el territorio palestino. Hamás, por su parte, ha continuado lanzando cohetes contra ciudades israelíes y ha amenazado con ampliar sus objetivos si Israel no cesa sus ataques. La comunidad internacional ha hecho un llamamiento urgente a poner fin a la violencia y a evitar una catástrofe humanitaria en Gaza, donde más de 200.000 personas han tenido que abandonar sus hogares y donde escasean los alimentos, el agua y los medicamentos.

Crece la lista de mediadores: EEUU, Egipto, China…

La UE no es el único actor internacional que intenta mediar en el conflicto. Estados Unidos, el principal aliado de Israel, ha enviado a su secretario de Estado, Antony Blinken, a la región para reunirse con los líderes de ambos bandos y tratar de lograr una tregua. Blinken ha reiterado el apoyo de Washington a la seguridad de Israel, pero también ha reconocido el derecho de los palestinos a vivir en paz y dignidad. El diplomático estadounidense ha instado a ambas partes a reducir las tensiones y a evitar acciones provocadoras, como los asentamientos ilegales o los desalojos forzosos en Jerusalén Este.

Otro actor clave es Egipto, que ha ejercido de intermediario entre Israel y Hamás y que ha propuesto una iniciativa para poner fin a la violencia. El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, ha ofrecido 500 millones de dólares para la reconstrucción de Gaza y ha pedido a la comunidad internacional que apoye sus esfuerzos para lograr una solución política al conflicto. Al Sisi ha advertido de que la situación actual es insostenible y que puede desencadenar una guerra regional.

Por último, otro actor que en las últimas horas se ha postulado a mediar en el conflicto es China, que ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad de la ONU. El ministro chino de Exteriores, Wang Yi, afirmó que “las acciones de Israel han ido más allá de la defensa propia” y pidió a ese país que acate los llamamientos internacionales al cese de las hostilidades. Wang también se reunió con su homólogo estadounidense, Antony Blinken, y le solicitó que desempeñe un papel constructivo para rebajar la tensión y promover la paz. El gigante asiático ha expresado su apoyo a una solución “de dos Estados” -la misma que defiende la ONU- y ha ofrecido su ayuda humanitaria y diplomática para aliviar la situación en Gaza.