Ucrania podría haber dado un paso al frente para iniciar su contraofensiva en la guerra contra Rusia y con la que podría dar el giro tan esperado al conflicto que cumple más de un año a las puertas de Europa.

La viceministra de Defensa ucraniana, Hanna Malyar, ha informado este lunes que las Fuerzas Armadas del país ya han puesto en práctica “acciones ofensivas” y por los que se han producido supuestos avances en la zona de Bajmut, en el frente de combate más tensionado de las últimas semanas. Por el momento, Kiev no ha facilitado más detalles debido a la ‘campaña de silencio’ que se ha activado en aras de que sus próximos movimientos no lleguen a oídos del bando contrario.

Malyar también ha precisado que los paramilitares rusos de Wagner, que se hicieron con el control de Bajmut hace semanas atrás, están viéndose afectados por los avances ucranianos en el territorio. Es así como, desmontando la versión rusa, la viceministra se ha preguntado por qué el enemigo publica información sobre la supuesta contraofensiva llevada a cabo por Ucrania: “Necesitan desviar la atención de la derrota en la dirección de Bajmut”, ha señalado en Telegram. Un hecho que reconoció parcialmente el jefe del equipo, Yevgeny Prighozin, a través de redes sociales: “Las tropas están huyendo”.

Por su parte, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, ha asegurado a la agencia Ruters que su país cuenta con suficientes armas para empezar la contraofensiva frente a las fuerzas de Vladimir Putin, pese a que no ha dado la confirmación exacta de este movimiento.

La versión rusa

Rusia, desde el punto de vista contrario, tan sólo ha apuntado a que las tropas ucranianas han pasado al ataque en el este del país, concretamente, en las zonas de Donetsk y Zaporiyia. El periodista ruso Semion Pegov, según ha recogido El País, sostiene que las defensas rusas han detectado la presencia activa de los tanques Leopard enviados por países de la OTAN a Ucrania.

Asimismo, otros periodistas afines al Kremlin también han señalado que los ucranianos han conseguido aproximarse a otras zonas estratégicas donde el conflicto continúa en su punto álgido, como en el pequeño pueblo de Novodonetskoye.

Si el avance de las tropas de Zelenski continúa a este ritmo, podrían llegar hasta otras ciudades devastadas y que han sido clave en la guerra, como en Mariúpol, aún bajo el yugo ruso, o Berdyansk. Unas hipotéticas victorias que, de llegar a término, supondrían bajas notables par Rusia y, por ende, un retroceso.

En paralelo, cabe destacar el escenario que se vive en Bélgorod. En este punto, el fin de Kiev es aumentar la presión sobre la población rusa para que el Ejército obligue a mover sus fuerzas. En esta última semana, según la versión rusa, Ucrania habría bombardeado con ataques puntuales zonas residenciales.

Zelenski continúa pidiendo refuerzos aéreos

El presidente Volodímir Zelenski, en un encuentro con el ministro de Exteriores británico, James Cleverly, ha insistido a los países aliados con la causa ucraniana en que “el agresor ruso ha intensificado recientemente sus ataques, por lo que el país necesita reforzar urgentemente sus sistemas de defensa aérea”.

Hace apenas unos días atrás, de forma previa a la Cumbre de Moldavia, Zelenski, en una entrevista con The Wall Street Journal, ya dio señales de la contraofensiva que ahora se ha llevado a la realidad en el campo de batalla. “Creo que hoy ya estamos listos”, dejó caer.

El pasado jueves, desde el castillo de Mimi, donde se celebró la cumbre de la Comunidad Política Europea, el presidente ucraniano pidió a sus aliados un “escudo de defensa antiaérea” para hacer frente a los recursos rusos en la evolución de la guerra. Hasta la fecha, Ucrania cuenta con dos Patriot -facilitados por Estados Unidos, Alemania y Países Bajos- y cazas occidentales.

Cabe recordar en estos términos que los países occidentales comprometidos con la causa ucraniana se han comprometido a suministrar hasta 300 tanques de combate, entre los que se incluyen los Leopard alemanes, los Challenger británicos y los Abrams de Estados Unidos.