El Ejército de Estados Unidos ha desplegado más de 5.200 militares, incluidos soldados armados, como parte del plan de Donald Trump para blindar la frontera de su país con México. Y es que en estos momentos se dirige una caravana de inmigrantes hasta ella, según ha desvelado el general Terrence O’Shaughnessy.

“Creo que el presidente ha dejado claro que la seguridad de la frontera es un tema de seguridad nacional”, exclama el general norteamericano en una rueda de prensa en Washington. Ha confirmado que 800 efectivos se encuentran en camino a la frontera con Texas y que en total serán 5.200 los desplazados a la región.

“Es sólo el comienzo de esta operación”, sentenciaba el general aunque añadía que ajustarían “la cantidad”. Mientras tanto, Donald Trump denunciaba en su Twitter que entre los migrantes que componen la caravana hay “pandilleros” y ha dejado claro que no tolerará una “invasión” de los Estados Unidos.

El máximo mandatario norteamericano ha declarado que “hay personas muy malas” en la caravana y les advierte que “no seréis admitidos” en el país a no ser que lo “hagáis mediante el proceso legal”. Así las cosas, Trump amenaza a los migrantes y les asegura que el Ejército les está esperando.

Un Ejército sin competencias

No tiene poder para aplicar la ley civil y frenar el cruce de los inmigrantes que conforman la caravana. Así lo han asegurado algunos expertos jurídicos consultados por EFE. El país “tiene leyes que prohíben utilizar las fuerzas armadas para ejercer la ley civil dentro del territorio de los Estados Unidos”, sostiene la abogada Isabel García.

García, también directora de la Coalición de los Derechos Humanos de Arizona, explicó que varios grupos xenófobos han intentado cambiar una ley que tiene su origen en el siglo XIX y que prohíbe que se desplieguen las tropas estadounidense en suelo americano para aplicar la ley civil.