El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este lunes que planea firmar una orden ejecutiva para poner fin al voto por correo y al uso de las máquinas de votación. Esto forma parte de una nueva afrenta del dirigente por el supuesto fraude electoral denunciado contra el entonces mandatario, Joe Biden, tras su victoria en las elecciones presidenciales de 2020.
"Voy a liderar un movimiento para eliminar las papeletas del voto por correo y también, ya que estamos, las máquinas de votación, que son extremadamente ‘imprecisas’, muy caras y muy controvertidas", ha afirmado el dirigente republicano en un mensaje publicado en su red social, Truth Social. Ha señalado, además, que Estados Unidos es “el único país del mundo que utiliza papeletas de voto por correo” dado que otros países “se han encontrado con cantidades inmensas de fraudulencia electoral”. Esta afirmación es falsa, ya que decenas de países, incluyendo a España, utiliza esta forma de votar.
Trump ha asegurado que dicha medida permitirá restaurar la "honestidad" y la "integridad" de cara a las elecciones de medio mandato de 2026 pese a la "oposición de los demócratas", a quienes nuevamente ha acusado de hacer "trampas" con este método de votación. Sin embargo, esta afirmación también es falsa dado que no existe ninguna evidencia de que el Partido Demócrata haya “hecho trampas a niveles nunca antes visto”.
“Los Demócratas son virtualmente inelegibles sin usar el método totalmente desaprobado de la estafa de votar por correo”, ha continuado Trump, defendiendo que “las elecciones nunca pueden ser honestas con votos por correo, y todo el mundo, particularmente los Demócratas, lo saben”. Como en sus afirmaciones anteriores, además de ser falsas, el presidente de Estados Unidos no aporta ninguna prueba que respalde sus declaraciones.
Trump se ha opuesto durante años esta forma de votación ya que insiste en que contribuyó al fraude electoral que sufrió en 2020, algo que carece de pruebas y que forma parte de su persecución judicial por obstruir e impedir la certificación del voto electoral en 2020. Además, históricamente, los votantes demócratas han recurrido a los votos por correo con mayor frecuencia que los republicanos. La influencia de la pandemia del Covid 19 ha contribuido a que este método fuese especialmente significativo en las elecciones de 2020 y que siga utilizándose más que antes.
Un tribunal federal suspendió provisionalmente el pasado mes de junio parte de una orden ejecutiva del dirigente de Washington que modificaba sustancialmente el proceso de registro electoral y el sistema de votación por correo. El presidente estadounidense exigía que un votante presentará por escrito documentación de ciudadanía como requisito previo al registro en el sistema de votación y reclamaba también la anulación de cualquier voto enviado por correo que llegara después del cierre de urnas.
Quebrantando la confianza en el sistema electoral
Una de las principales características del president de Estados Unidos ha sido intentar dañar la confianza de la ciudadanía en el sistema electoral del país. Tras la elección de Biden, Trump instigó a sus seguidores a asaltar al Capitolio y ha reiterado desde el resultado electoral desfavorable que hubo fraude.
Además, cabe recordar que, si la inmunidad de la presidencia del país norteamericano no existiese, es muy probable que Trump hubiera sido condenado por intentar anular los resultados de las elecciones de 2020. El dirigente de las investigaciones del gobierno de sus actuaciones, el fiscal especial Jack Smith, afirmó que existía suficiente evidencia “para obtener y sustentar una condena en un juicio”.
Sin embargo, a finales de noviembre, Smith se vio obligado a retirar los cargos contra Trump sobre la interferencia en las elecciones y el uso indebido de documentos clasificados porque: “La posición del Departamento de Justicia es que la Constitución requiere que este caso se desestime antes de la inauguración del acusado”. Aun así, es posible que el caso se reabra en 2029.