Han pasado casi cuatro meses desde el estallido de la nueva fase del conflicto entre Israel y Hamás. Tras los ataques del Movimiento de Resistencia Islámica del 7 de octubre, la respuesta militar israelí deja ya casi 27.000 civiles sin vida bajo los bombardeos, el hambre y la insalubridad. En una situación tan delicada como la que se vive en la Franja de Gaza, la labor de las organizaciones de ayuda humanitaria es imprescindible para minimizar los daños sobre la población. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA) es la agencia que mayor trabajo desempeña en este sentido.

Su desempeño es multidimensional: coordinar la entrada de material médico, de alimentos, de combustible, gestionar centros educativos y escuelas, cooperar con otras agencias para coordinar la ayuda... Su fundación se remonta a 1948, en tiempos de la primera Nakba, y su labor se ha puesto en entredicho recientemente al conocerse que 12 de sus más de 30.000 trabajadores estuvieron presuntamente implicados en los ataques del 7 de octubre. Como consecuencia, y todavía a la espera de que las investigaciones puedan llevar la participación de estos empleados en los ataques a algo más que una simple presunción, varios países han anunciado ya la retirada de fondos a esta agencia, una decisión que afectará directamente a los refugiados palestinos si la operatividad de la agencia cesa. Para tratar este y otros asuntos, ElPlural.com se ha puesto en contacto con Raquel Martí, Directora Ejecutiva de la UNRWA en España.

Pregunta (P): ¿Cuál es el papel que desempeña la UNRWA y qué puede suponer su cierre para la propia población gazatí?

Respuesta (R): Nuestro papel fundamental es prestar servicios a los refugiados de Palestina, que en la actualidad son 6 millones de personas que se encuentran en Líbano, en Siria, en Jordania y en el territorio palestino ocupado, incluyendo Cisjordania, Jerusalén y Gaza. En el ámbito educativo, en Gaza, en concreto, tenemos 245.000 alumnos: es la mitad de la población estudiantil que tenemos. UNRWA tiene medio millón de estudiantes y tiene una red de más de 700 colegios. Proveemos educación básica, que sería un equivalente a la Educación Primaria y una parte de la Educación Secundaria, hasta los catorce años, y después los alumnos pasan al instituto o a la Formación Profesional, para dar salida laboral en un contexto de paro tan elevado y difícil como es el de Gaza.

En el ámbito sanitario, contamos con clínicas de salud para prestar servicios de atención primaria a la población refugiada de Palestina. A su vez, dentro de nuestro programa, si la atención que precisan los pacientes no la podemos proveer en nuestros centros, les derivamos a hospitales y les pagamos toda la la operación y el tratamiento. A su vez, debido a la situación de dependencia que atesora el 85% de la población de la Franja de Gaza con motivo de los bloqueos y de las ofensivas militares israelíes, nos encargábamos, mediante once centros, a la distribución de alimentos a más de 1.700.000 personas refugiadas dentro de la Franja de Gaza, y gestionamos los campos de refugiados, las canalizaciones de agua potable y todo el sistema de recogida de basuras y residuos en las zonas seguras para los refugiados. También contamos con un programa de apoyo psicológico, apoyo psiquiátrico y apoyo psicosocial, puesto que los últimos datos señalan, antes del 7 de octubre, que el 45% de la población gazatí tiene trastornos psicológicos debido al contexto que atraviesan.

Nos ocupamos de casi dos millones de personas

 

En definitiva, la UNRWA coordina toda la ayuda humanitaria, tanto en el ámbito educativo, como el sanitario, como el alimentario y asistencial, para estas personas en situación de vulnerabilidad ante el contexto geopolítico que existe en esta región. Somos los encargados de aplicar toda la logística y de distribuir toda la ayuda, incluso la de otras agencias, por lo que somos los que estamos liderando la operación humanitaria en la Franja de Gaza.

P: Varios países han anunciado que van a cortar su financiación a la UNRWA después de la presunta implicación de doce trabajadores en los ataques de Hamás. ¿Cómo puede afectar este corte económico a vuestra organización?

R: Ahora mismo tenemos fondos para mantener nuestras operaciones hasta finales de febrero. Si esta situación no se revierte y los donantes deciden mantener la cancelación de los fondos, UNRWA tendrá que suspender sus operaciones dentro de la Franja de Gaza y y dejar abandonada a esta población vulnerable. Hay que tener en cuenta que somos la mayor operación de Naciones Unidas en Gaza. Contábamos con 13.000 trabajadores durante los tres primeros meses del conflicto, y ahora mismo sólo quedan 3000 activos que son los que están proveyendo todos los estos servicios.

En total, son casi dos millones de personas de las que estamos ocupados, 1.700.000 en concreto, desde la distribución de alimentos, de agua, con la puesta en marcha de actividades de apoyo psicosocial a los niños en los albergues y con todo el resto de labores. Por lo cual, de no recuperar la financiación, nuestro trabajo cesaría y con él, la vida de todas estas personas correría aún más peligro.

P: ¿Cuál crees que es el objetivo de Israel con esta reciente campaña para desprestigiar toda vuestra labor a raíz de la mencionada polémica?

R: Es absolutamente sorprendente que tras el dictamen de la Corte Internacional de Justicia, en el que se le dice a Israel que tiene que permitir la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, que es absolutamente mínima, lo que se está produciendo a nivel mundial sea este recorte de financiación a la UNRWA, cuando es el único salvavidas que le queda a la población de Gaza. Sin la UNRWA, la población de Gaza está condenada a una muerte segura.

Creo que debería prevalecer el principio humanitario mientras se llevan a cabo las investigaciones a estos presuntos implicados. A su vez, es muy importante destacar que no se está investigando a la UNRWA, sino que se está investigando a estos doce miembros en concreto, que presuntamente podrían haber tenido implicación durante el 7 de octubre. Nosotros entendemos que la investigación es necesaria y, de hecho, nosotros somos los primeros que queremos esclarecer esta situación y ya hemos tomado medidas cancelando los contratos de estas personas, siendo nosotros mismos los que hemos informado a la prensa y a nuestros donantes, y siendo nosotros mismos los que hemos pedido una investigación imparcial a naciones Unidas. Pero lo que estamos pidiendo es que no se castigue a la totalidad de los trabajadores de UNRWA, porque 12 miembros no son representativos de los 30.000 trabajadores que tenemos en toda la agencia, ni que esto lo pague toda la población de Palestina, que es la principal damnificada, ya que depende de la UNRWA para sobrevivir.

Habrá que introducir nuevas medidas, por supuesto, y vamos a revisar todos nuestros protocolos. La participación en actividades políticas está prohibida dentro de la organización. Ningún funcionario de la UNRWA puede participar en ningún grupo político ni actividad política, y mucho menos en actividades de grupos armados. Esperamos que las pruebas que se presenten sean contundentes, porque de momento sólo es una presunción, y que se comparta públicamente la investigación que se está llevando a cabo. En cualquier caso, una labor tan importante y de la que dependen tantas vidas como es la de la UNRWA no puede perder su soporte por una situación como esta.

Sin la UNRWA, la población de Gaza está condenada a una muerte segura

 

Por otro lado, se ha hablado también de que habría que sustituir a UNRWA. Pues bien, que la sustituyan si así lo consideran. ¿De dónde van a sacar 30.000 empleados? Van a tener que contratar a los mismos empleados que tiene UNRWA si lo que quieren es mantener toda la ayuda humanitaria. Por lo cual, se va a cambiar el nombre de la agencia, pero las personas contratadas y la labor va a ser exactamente la misma.

P: Volviendo al tema del corte de la financiación, España ha sido precisamente uno de los países que se ha desmarcado de esa postura a pesar de las presiones de Israel y de Estados Unidos para hacer lo propio. ¿Cómo valoráis desde la organización la postura española?

R: Estamos muy agradecidos porque nos parece que es una postura absolutamente coherente, la de priorizar la vida de los refugiados de Palestina. Nos parece una decisión acertada y humanitaria porque UNRWA no es una organización terrorista, por mucho que se empeñen algunos grupúsculos en hacer calar esa idea. Somos una organización humanitaria y como tal actuamos. Además, quiero destacar que UNRWA comparte con Israel los datos de todos sus trabajadores. Todos los años les facilitamos sus nombres y sus documentos de identidad, y ellos nunca nos han hecho ninguna observación ni nos han dado ninguna advertencia de que pudiéramos estar contratando a personas que tuvieran actividades ilícitas o estuvieran vinculadas con grupos armados.

Ellos mismos reconocieron que no esperaban el ataque del 7 de octubre a pesar de contar con servicios de inteligencia muy desarrollados, por lo que nosotros, que somos una agencia con un cometido únicamente humanitario y no contamos con tales servicios, tenemos todavía menos capacidad de prever lo que iba a ocurrir y que 12 trabajadores iban a estar presuntamente implicados en ello.

P: Sobre la resolución de la Corte Internacional de Justicia. 27.000 muertos en cuatro meses y una denuncia contra Israel por genocidio. A juicio de UNRWA, ¿es adecuada la resolución?

R: Cuando hay un conflicto, lo que se ordena habitualmente es un alto el fuego. Cuando hay un genocidio, lo que se ordena es parar ese genocidio. La Corte ha puesto en marcha una serie de medidas que lo que pretenden es frenar la posibilidad de que se produzca un genocidio en Gaza. Creo que las medidas son adecuadas, pero lo que estamos viendo es que desde que salió el dictamen de la Corte Internacional, el número de muertos y heridos y palestinos diarios no ha dejado de aumentar.

En estos días, hemos recibido tres ataques en nuestro Centro de Formación Profesional de Jan Yunis, en los que se que han matado a una más de una docena de mujeres y niños que estaban acogidos en este centro y han herido a casi un centenar. De hecho, los tanques israelíes impidieron durante horas que los grupos de rescate de UNRWA pudieran acceder al centro a recoger a los heridos y transferirlos a un hospital. De esta manera, creo que no ha cambiado absolutamente nada. Se ha seguido bombardeando, se ha seguido destruyendo la infraestructura civil y ha seguido matando e hiriendo a la población a pesar del dictamen de la Corte Internacional de Justicia.