Este sábado, 7 de enero, se cumplen tres meses de aquel 7 de octubre en el que el conflicto entre Israel y Hamás entró en una nueva fase tras los ataques del Grupo de Resistencia Islámica al territorio ocupado israelí, que se saldaron con 1.200 muertos y con la respuesta ininterrumpida del Ejército de Israel en la Franja de Gaza. Una ofensiva que ha continuado sin descanso durante todo el tercio final del año pasado, y que ya entrado 2024, no parece detenerse. Al menos seis civiles palestinos han muerto durante la madrugada del domingo como resultado de un bombardeo israelí en la ciudad cisjordana de Yenín, tal y ha informado el Ministerio de Salud palestino. Lo mismo ha ocurrido en Jan Yunis,  donde al menos otros 16 palestinos han muerto y otros 50 han resultado heridos como consecuencia de dos nuevos ataques del Ejército israelí contra la propia ciudad citada y contra el campamento de refugiados de Al Maghazi.

Los fallecidos han sido identificados como los hermanos Hazza Najeh Hassan Darwish (27 años), Rami (22 años), Ahmed (24 años), Alaa (29 años), Rizkallah Nabil Suleiman (18 años) y Muhammad Yasser Musa, según la agencia palestina de noticias WAFA, que además ha informado de que el Ejército israelí ha irrumpido en Yenín durante la noche, dando lugar a nuevos enfrentamientos en varios puntos de la ciudad.

En cuanto a los ataques en Jan Yunis, el primero de ellos ha impactado contra una casa que albergaba a un gran número de personas desplazadas y ha acabado con la vida de doce civiles, además de provocar heridas de diversa consideración a otras 50 personas, según fuentes locales también recopiladas por WAFA. Por otro lado, las fuerzas aéreas del Ejército de Israel también han bombardeado una escuela de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, la UNRWA, que acogía a personas desplazadas en el campo de Al Maghazi, en el centro de la Franja. Este ataque ha acabado con la vida de al menos otras cuatro personas.

Qatar advierte: se complican las negociaciones

Por otra parte, el asesinato del jefe adjunto del buró político de la organización militante palestina Hamás, Saleh Al Aruri, ha dificultado las negociaciones para desescalar el conflicto, tal y como han comunicado desde Qatar. Este país ha estado mediando en la guerra entre Israel y Hamás en Gaza, junto con Egipto y Estados Unidos.

Así lo ha comunicado el medio estadounidense Axios después de ponerse en contacto con un funcionario de gobierno qatarí y una fuente israelí, asegurando que el primer ministro qatarí y otros funcionarios sostienen que la eliminación de Al Aruri en Beirut (Líbano) "ha complicado los esfuerzos para asegurar un nuevo acuerdo".

En este sentido, el primer ministro qatarí, Abdulrahman Al Thani, ha explicado a los miembros de las familias que estaba personalmente comprometido a conseguir un nuevo acuerdo con rehenes. "Qatar es dolorosamente consciente del sufrimiento de los rehenes restantes y de sus seres queridos", ha asegurado el funcionario qatarí a Axios.

Fuerte escrutinio internacional

A su vez, cabe destacar que Sudáfrica ha interpuesto una demanda internacional contra Israel por "genocidio" en la guerra de Gaza, ante la Corte Internacional de Justicia de la Haya. Las autoridades sionistas han negado la mayor en un escrito y se han defendido, intentando evitar la orden cautelar del tribunal que detendría inmediatamente los combates.

En dicho escrito, ha añadido Axios, se ordenaba a las embajadas que persuadieran a los políticos y diplomáticos locales a fin de convencerlos para pronunciarse en contra de la demanda interpuesta por Sudáfrica y respaldada este martes por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Malasia. Es la primera ocasión en los tres primeros meses de esta nueva fase del conflicto en la que Israel debe responder ante un tribunal internacional por la operación militar en curso, tras el fuerte escrutinio internacional por la violencia de sus acciones.

En este sentido, Sudáfrica ha demandado a Israel ante el máximo tribunal de Naciones Unidas, acusándolo de genocidio y las vistas han sido agendadas para los días 11 y 12 de enero. Sudáfrica ha invocado en su demanda la Convención sobre el Genocidio, de la que ambos Estados son firmantes. No obstante, Israel ha rechazado firmemente las acusaciones de Sudáfrica, afirmando que "Hamás es el único responsable del sufrimiento de los palestinos de Gaza" y defendiendo que está haciendo todo lo posible en la guerra para minimizar los daños a la población civil, a pesar de que existe un evidente debate sobre la veracidad de estas afirmaciones.

Una decisión del alto tribunal de la ONU podría tener importantes repercusiones potenciales que no son sólo de carácter jurídico, sino que también tienen consecuencias prácticas bilaterales, multilaterales, económicas y de políticas de seguridad, según el cable diplomático de Israel a sus misiones en el extranjero.

El Ejército de Israel lanzó su ofensiva contra Gaza tras los ataques de Hamás del 7 de octubre, que dejaron cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados. Desde entonces, la respuesta israelí se ha cobrado la vida de más de 22.700 palestinos, incluidos 10.000 niños, cifras que no paran de crecer y que ya han suscitado la preocupación de numerosas naciones y organismos internacionales.

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