El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha reiterado este viernes en un inusual discurso durante el Shabat, el descanso preceptivo de los judíos, que Israel destruirá al Movimiento de Resistencia Islámico (Hamás) en el marco de una inminente ofensiva terrestre sobre la Franja de Gaza. De esta forma ha vuelto a remarcar que los bombardeos sobre Gaza "son solo el principio", pese a que ya son 1.799 los palestinos que han muerto y 6.388 los que han resultado heridos.

"Destruiremos a Hamás y ganaremos, pero llevará tiempo", ha aseverado el primer ministro israelí, agregando que están luchando "como leones" y que este es "tan solo el principio", según ha recogido el diario 'The Times of Israel'.

Netanyahu, que ha hablado este viernes con varias familias que han perdido a sus seres queridos por los ataques del movimiento islamista palestino, ha subrayado que Israel "nunca olvidará" los "horribles actos" cometidos por el enemigo. Además, ha recordado que el país tiene un "apoyo internacional tremendo". Israel se ha convertido esta semana en destino de representantes diplomáticos de algunas de las principales potencias internacionales.

De hecho, este mismo viernes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, han viajado a Israel para expresar su solidaridad con el pueblo israelí en medio de unos ataques que se han saldado ya con más de 1.300 civiles muertos.

Pero, aunque las fuerzas israelíes habían dado un mísero plazo de 24 horas para la evacuación del norte de la franja, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han terminado haciendo un llamamiento a esta población a abandonar la zona rumbo al sur del territorio antes de las 20.00 horas (una hora menos en la España peninsular), reduciendo así notablemente el plazo de 24 horas otorgado esta madrugada.

"Les pedimos esta mañana que abandonaran la ciudad de Gaza hacia el sur del Valle de Gaza, por su seguridad. Me gustaría informarles de que las FDI se abstendrán de tocar la ruta marcada en el mapa hasta las 20.00 horas", ha manifestado el portavoz del Ejército para los medios árabes, Avichay Adraee.

Ultimátum de 24 horas

El Ejército israelí exigía en la madrugada de este viernes a más de un millón de ciudadanos de la Franja de Gaza que se desplacen hacia el sur si no quieren sufrir las consecuencias de su incursión. Así, tras una semana de bombardeos, amenazas y movilización de reservistas, Israel presenta este plan como un movimiento previo a la incursión terrestre que ya habían anunciado.

Pero este ultimátum es prácticamente imposible, ya que en esta zona viven 1,1 millones de personas, casi la mitad del total de la población de la Franja de Gaza, y no disponen de energía, combustible ni víveres tras el apagón que se produjo el pasado miércoles por la orden israelí de asedio total a la franja del pasado lunes.

No obstante, Estados Unidos, máximo apoyo de Israel en su cruzada contra el pueblo palestino, ha indicado que Israel no consultó a la Casa Blanca antes de lanzar este ultimátum al norte de Gaza. Ha sido John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el que en rueda de prensa ha asegurado que la Casa Blanca es consciente de la "desesperada" situación humanitaria que atraviesan los civiles del enclave.

"Queremos asegurarnos de que los que quieren irse pueden hacerlo. Estamos trabajando con los israelíes y con los egipcios para darles un pasaje seguro fuera del sur de Gaza y queremos preservar la capacidad de obtener asistencia humanitaria". Además, ha dicho que la ubicación en la zona es muy complicada, tanto por su alta densidad de población como por el entorno urbano y por el hecho de que ya de por sí es una "zona de combate".

Desde la Organización de Naciones Unidas (ONU) ya han advertido de lo disparatado de esta propuesta: "Es imposible que tal movimiento masivo de personas se pueda producir sin consecuencias humanitarias devastadoras". "El suministro de agua no se puede reponer debido al bloqueo total de la Franja por parte de las autoridades israelíes. No se puede traer combustible y los proveedores de agua israelíes ya no pueden entregar agua en Gaza", ha explicado Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.

Naciones Unidas no es la única organización que alerta de las devastadoras consecuencias de una premeditada y cruel operación terrestre por el norte de Gaza. Desde Amnistía Internacional, su secretaria general, Agnès Callamard, ha explicado que el "castigo colectivo" de la población civil es "cruel e "inhumano": "Es un crimen de guerra". Además, la ONG Human Rights Watch (HRW) ha indicado que las Fuerzas Armadas israelíes están utilizando fósforo blanco en sus operaciones, como ya sucediese en Líbano, y ha alertado del riesgo de su uso para civiles.

Uso de fósforo blanco y corredor humanitario

Después de que varias ONGs, entre ellas Human Rights Watch y Amnistía Internacional, denunciaran el lanzamiento de fósforo blanco sobre la población de la Franja de Gaza, el Ejército israelí lo ha negado. "De forma categórica, no", ha afirmado el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, el teniente coronel Peter Lerner.

Ante la tragedia humana que se está viviendo en Gaza, son muchos organismos y mandatarios los que han solicitado que se paralicen las hostilidades el tiempo suficiente para asegurar un corredor humanitario que permita la evacuación de civiles, la entrada de alimentos y ayuda desde terceros países, como Egipto.

Porque cabe recordar que el pueblo palestino de la Franja de Gaza está sitiado por aire, mar y tierra tras la orden de asedio total de Israel, lo que también les ha dejado sin energía, combustible y alimentos.