El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha informado este viernes sobre una nueva fase de operativos militares en Cisjordania, en respuesta al ataque ocurrido en Tel Aviv, donde varias explosiones en autobuses fueron atribuidas a grupos militantes palestinos.
En los últimos meses, Israel ha reforzado su despliegue en Cisjordania con el objetivo de neutralizar grupos insurgentes vinculados a la Franja de Gaza. Desde inicios de año, las acciones militares se han intensificado en el norte de Cisjordania, impactando principalmente a poblaciones como Yenín y Tulkarem, así como a sus zonas de refugiados.
Durante una visita a Tulkarem, Netanyahu confirmó la decisión de expandir los operativos militares, en una imagen en la que aparecía rodeado de tropas israelíes desplegadas en el lugar.
"Estamos ingresando a bastiones de terroristas, destruyéndolos y eliminando amenazas. He ordenado un refuerzo de las fuerzas en Judea y Samaria", afirmó el mandatario, utilizando la designación israelí de la región. Además, aseguró que se implementarán "nuevas acciones operativas" para intensificar la estrategia de seguridad.
Desde el inicio de la guerra en Gaza, que actualmente se encuentra en tregua temporal, la situación en Cisjordania se ha deteriorado gravemente. Las autoridades palestinas denuncian que más de 860 personas han fallecido en Cisjordania y Jerusalén Este como resultado de las incursiones militares, con al menos 26 muertes registradas solo en el último mes en Yenín.
El gobierno israelí justifica la expansión de su acción militar como una medida necesaria para garantizar la seguridad nacional y desmantelar redes militantes. No obstante, la comunidad internacional ha expresado en reiteradas ocasiones su preocupación por las consecuencias humanitarias que este tipo de ofensivas pueden tener sobre la población civil palestina.