Moscú celebra un Día de la Victoria atípico e inusual. Europa conmemora los cimientos de su institución. Todo bajo el telón del ruido de las bombas, el estallido de aquella operación especial militar que anunció Vladimir Putin aquel jueves 24 de febrero, la continua financiación de armas al Ejecutivo de Volodímir Zelenski y un éxodo masivo de refugiados ucranianos. Es el sonido de una guerra que ha matado a más de 19.000 víctimas civiles, mezclado con los toques de corneta que conmemoran los días grandes de dos potencias que actualmente se miran de reojo para anticipar su próximo movimiento. Pompa y propagandismo al servicio de la guerra. 

Un Día de la Victoria inusual en Rusia

Bajo las notas del himno ruso Den Pobedy (Día de la Victoria) que homenajea la derrota de la Alemania nazi, Moscú celebra su Desfile de la Victoria para recordar el despliegue de las fuerzas armadas soviéticas que recorrieron la Plaza Roja en 1945. Día de celebraciones para la población rusa que festeja esta jornada marcada por el conflicto, mismo conflicto que todavía arrastra su Ejecutivo en sus tropas extendidas en la Europa oriental que siguen emponzoñando a Ucrania y a su resistencia.

No solo la guerra de Ucrania marca esta jornada de festejos en la capital, sino que Rusia conmemora un Día de la Victoria inusual bajo la confirmada presencia de su presidente Vladimir Putin, los estrictos refuerzos en la seguridad, las denuncias del Kremlin sobre un ataque ucraniano con drones contra la residencia del mandatario ruso y los recientes cambios en la organización del evento tras la cancelación de varios actos.

Concretamente, 8.000 efectivos han participado en el desfile de este año, entre ellos, 530 son militares que también han estado presentes en la ofensiva contra las tropas ucranianas. Aproximadamente, una veintena de localidades ha cancelado su propio desfile.

En los territorios ocupados, la escena parece ser la misma tras el recordatorio que ha hecho el Ministerio de Defensa británico. “Seis regiones rusas, la Crimea ocupada y 21 ciudades han cancelado sus desfiles del Día de la Victoria del 9 de mayo por motivos de seguridad”. También se cancela la tradicional Marcha del Regimiento Inmortal, así como la anulación de los Juegos Internacionales del Ejército.

La Segunda Guerra Mundial, Putin y Occidente

Lo que no han faltado tampoco son los tradicionales dardos contra Occidente ahora que ambos enemigos se encuentran en la escena del crimen. De hecho, Putin ha vuelto a denunciar que Rusia es víctima de una “verdadera guerra” tras el argumento de que fueron sus soldados los que derrotaron las tropas nazis recriminando a Occidente que “haya olvidado” este aspecto en la Segunda Guerra Mundial. “Se está librando una verdadera guerra contra nuestra patria”, ha reiterado el ruso sumando que el país atraviesa por el “odio” y la “rusofobia”.

Se está librando una verdadera guerra contra nuestra patria

Las declaraciones del mandatario suceden días después de que el propio Kremlin señalase a Ucrania como responsable de un ataque con drones, algo que Kiev ha desmentido, pero que desde el Ejecutivo ruso siguen atacando al equipo de Zelensky como “supuesto cerebro de Estados Unidos”.

Pero Moscú no ha obviado el conflicto en Kiev. Ha sido la Misión Permanente de Rusia ante la Unión Europea ha acusado a Bruselas de “reescribir la historia” con una reciente publicación en Twitter de la Delegación de la UE en Rusia en la que se compara la Segunda Guerra Mundial con la actual invasión de Ucrania.

“El 8 de mayo, Europa celebra el día de la victoria sobre el nazismo y en Rusia el 9 de mayo es el Día de la Victoria. Bendito recuerdo a los que murieron en la Segunda Guerra Mundial y en la guerra desatada por Rusia contra Ucrania”, indica el tuit. Por su parte, la misión diplomática rusa denuncia que se trata de “una conclusión que realmente cabe es que muchos países europeos lucharon del lado de la Alemania nazi están suministrando armas y voluntarios al régimen de Kiev”.

El Día de Europa bajo el paraguas de la guerra

Fue Robert Schuman el que pronunció que “la paz mundial solo se podría mantener a través de esfuerzos creativos tan profundos como los peligros que amenazan esta paz”. “Al unir los sectores económicos centrales y crear una nueva Alta Autoridad cuyas decisiones vincularán a Francia, Alemania y los países que deseen unirse, será posible lograr los primeros cimientos de una federación europea indispensable para la preservación de la paz”, dijo uno de los fundadores de la Comunidad del Acero y del Carbón (CECA), germen de la actual Unión Europea.

Fue la guerra lo que separó y, a la vez, motivo por el que unió a los ahora Veintisiete Estados miembros en el mundo de la posguerra. Así lo dejan claro en sus bases acentuando en que el principal objetivo es “promover la paz y la seguridad y respetar los derechos y libertades fundamentales”. Pero el hilo de la guerra continúa sumando más bombas, más atentados y más capítulos.

Este 9 de mayo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen se desplaza hasta Kiev para reunirse con el presidente ucraniano Volodímir Zelesnki. “Sienta bien estar de vuelta en Kiev”, destaca la presidenta de la Comisión. Para Von der Leyen esta cita ha sido “simbólica” y “señal” de que la Unión Europea “está trabajando mano a mano con Ucrania en muchas materias”, una quinta visita de la mandataria europea que discute la 11ª ronda de sanciones contra Rusia y que se centrará en la aplicación estricta de medidas para evitar que se eludan porque “estamos decididos a cerrar las lagunas existentes, que nadie lo dude”.

Los 755 kilómetros que separan Kiev de Moscú han jugado en el terreno europeo, una guerra que ha puesto en debate la consolidación de la propia Unión Europea en su debate por la cohesión respecto a este conflicto, aunque también ha sacado a flote las lagunas en otras materias como la grave crisis energética y la dependencia a las importaciones de combustibles fósiles rusos.