Los servicios médicos vitales del Hospital Nasser, ubicado al sur de la Franja de Gaza y que era el centro sanitario de referencia de la zona, han colapsado. Los intensos combates y bombardeos han acabado con su funcionamiento y la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) ha alarmado de que la población de Gaza "se ha quedado sin opciones para recibir tratamiento" en el caso de que haya grandes flujos de heridos por la guerra.

"La vida de la gente corre peligro por la falta de atención médica. Con el Hospital Nasser y el Hospital Europeo de Gaza casi inaccesibles, ya no existe un sistema sanitario en Gaza", ha lamentado la coordinadora médica de MSF en los Territorios Palestinos Ocupados, Guillemette Thomas. "La capacidad quirúrgica del (hospital) Nasser es ahora casi inexistente, y el escaso personal médico que permanece en el centro debe hacer frente a la situación con unos suministros exiguos del todo insuficientes para hacer frente a sucesos con víctimas masivas y grandes afluencias de heridos", ha explicado la ONG en un comunicado.

En el mismo sentido, ha agregado que "aún permanecen en el hospital entre 300 y 500 pacientes con lesiones de guerra", que no han podido ser evacuados "porque es demasiado peligroso y no hay ambulancias".

"Los ataques sistemáticos contra la atención sanitaria son inaceptables y deben terminar ya para que los heridos puedan recibir la atención que requieren. Todo el sistema de salud ha quedado inoperativo", ha demandado Thomas.

Un día después de la resolución de la CIJ

Estas denuncias por parte de MSF llegan en el mismo día en el que la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el tribunal más autoritario de la ONU, instase a Israel a "adoptar todas las medidas posibles para proteger a la población en Gaza" y a "evitar un genocidio", pero sin decretar oficialmente un mandato de alto el fuego. Es precisamente en este último punto donde MSF ha puesto la atención. "Sin un alto el fuego inmediato y sostenido, las medidas provisionales dictadas por la CIJ contra Israel no pueden aplicarse", han matizado.

La organización ha señalado que la resolución de la Corte Internacional de Justicia, a pesar de sus limitaciones, "supone un paso importante y refuerza la necesidad de un alto el fuego inmediato y sostenido", y ha incidido en que "solo un alto el fuego sostenido puede detener la pérdida de más vidas civiles y permitir el flujo de ayuda humanitaria y suministros vitales para los 2,2 millones de personas que viven en el enclave".

Jan Yunis se ha convertido en uno de los principales objetivos del Ejército de Israel durante las últimas semanas debido a que las autoridades israelíes han argumentado que los principales altos cargos de Hamás se encuentran escondidos allí. Los bombardeos y ataques no han cesado en esta zona de la Franja.

El Ejército de Israel lanzó su ofensiva contra la Franja de Gaza en respuesta a los ataques de Hamás del 7 de octubre, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados. La respuesta israelí, ininterrumpida desde entonces tras más de tres meses, ha dejado hasta la fecha más de 26.000 civiles palestinos muertos, 55.000 heridos y más de 2 millones de desplazados, casi el 85% de la población gazatí.

Amnistía Internacional aboga por el alto el fuego

Por su parte, Amnistía Internacional (AI) ha instado al Gobierno de Israel a acatar el dictamen de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), pero han añadido que un "alto el fuego", no incluido en la decisión del tribunal de la ONU, es la única forma de "poner fin" al conflicto.

"Un alto el fuego inmediato de todas las partes sigue siendo esencial y, aunque no lo haya ordenado la corte, es la condición más eficaz para implementar las medidas provisionales y poner fin al sufrimiento civil sin precedentes", ha afirmado su secretaria general, Agnès Callamard. En este sentido, ha sentenciado que "el Gobierno israelí debe cumplir con la orden de la CIJ inmediatamente". "Todos los estados, incluyendo los que eran críticos o se oponían a la denuncia de Sudáfrica, tienen un deber claro de asegurar que estas medidas se implementen", ha apuntalado.

En ese sentido, Callamard ha hecho un llamamiento a Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y otros estados europeos a que hagan "todo lo que esté en su mano para cumplir con su obligación de prevenir el genocidio", ya que de no hacerlo esto supondrá un "duro golpe a la credibilidad y la confianza en el orden jurídico internacional".

Callamard también ha dicho que el dictamen, a pesar de no instar directamente a la detención del conflicto, "envía un mensaje claro de que el mundo no permanecerá en silencio mientras Israel lleva a cabo una implacable campaña militar para diezmar a la población de la Franja de Gaza", si bien ha recordado que esta no puede ser la única decisión que sustente el fin de las "atrocidades y la devastación" en el enclave palestino.

"Los signos alarmantes de genocidio en Gaza y el flagrante desprecio de Israel por el Derecho Internacional resaltan la necesidad urgente de ejercer una presión efectiva y unificada sobre Israel para que detenga su ataque contra los palestinos", ha sentenciado.