Una jueza federal, nombrada por Donald Trump, ha ordenado a la administración del presidente de Estados Unidos la devolución de un hombre venezolano que fue deportado de forma errónea a El Salvador. Dicho hombre forma parte de una operación de deportación hacia el país latinoamericano el mes pasado de 200 personas que fue bloqueado por otro juez federal, pero que Washington ignoró.

La jueza federal, Stephanie Gallagher, se ha enfrentado al caso de la deportación incorrecta del hombre venezolano de 20 años, identificado en papeles judiciales como “Cristian”, porque viola un mandato judicial que prohíbe la deportación de inmigrantes que llegaron a Estados Unidos cuando eran menores hasta que se adjudique su solicitud de asilo.  “Esta corte ordenará al acusado facilitar el retorno de Cristian a Estados Unidos para que pueda recibir el proceso al que tenía derecho bajo el Acuerdo Resolutorio vinculante de los partidos”, afirma el memorándum de Gallagher.

Como parte de esta solicitud, la jueza ha especificado que “facilitar” la devolución de Cristian incluye: “Los acusados solicitan, en buena fe, que el gobierno de El Salvador entregue a Cristian a la custodia de Estados Unidos para su transporte de vuelta a Estados Unidos a la espera de la adjudicación de su solicitud de asilo”. La administración de Trump justifica la deportación con la declaración del oficial de Inmigración y Aplicación de Aduanas (ICE), Robert Cerna, de la semana pasada que detalla la condena de Cristian en enero en el estado de Texas por la posesión de cocaína.  

Las deportaciones se llevaron a cabo bajo una legislación para tiempos de guerra de 1798 llamada la “Ley de Alienígenas Enemigas” que se ha utilizado tres veces desde su promulgación. Dicha ley le otorga la autoridad necesaria para ordenar la deportación de inmigrantes considerados peligrosos para la sociedad sin necesidad de un juicio. Trump ha reafirmado en su red social, Truth Social, que las personas deportadas son criminales y ha afirmado este jueves que “los demócratas están peleando como locos para mantener a asesinos y a todo otro tipo de criminal firmemente en Estados Unidos”. “¡¡¡Se han vuelto locos y solo están empeorando!!!”, advierte.

Trump viola ordenes federales

Cristian es el segundo hombre que se ha enviado a la prisión salvadoreña que ha violado un acuerdo judicial. La Casa Blanca ha admitido que el primer hombre, Kilmar Armando Abrego García, fue deportado erróneamente, pero miembros de la administración de Trump no han dado señas de querer su devolución. La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, afirmó en la rueda de prensa con Trump y el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, que Abrego García no estaba en Estados Unidos de forma legal, que era un problema de “papeleo” y que “es decisión de El Salvador si quieren devolverle. Eso no es decisión nuestra”. Otra jueza federal, Paula Xinis, ordenó que Washington entregase información sobre la devolución de Abrego García, pero este mandato se ha pausado temporalmente este jueves sin explicación de Xinis.

Tanto la jueza federal de distrito Paula Xinis como el Tribunal Supremo han dictaminado que Ábrego García, acusado de formar parte de la organización criminal MS-13, la Mara Salvatrucha, fue detenido "sin base legal" y deportado a El Salvador "sin más proceso o justificación legal".

Organizaciones de derechos civiles han cuestionado la falta de garantías o directamente la legalidad de estas deportaciones, especialmente después de que un juez federal ordenara su paralización por considerar inadecuada la aplicación de la Ley de Enemigos Alienígenas.

El juez que ordenó la que los aviones con los deportados en marzo se dieran la vuelta, James Boasberg, ha amenazado a la administración de Trump de perseguirlo por desacato criminal. Ha acusado al gobierno de “desobedecer deliberadamente”, lo que marca una escalada en las tensiones entre el poder judicial y el gobierno estadounidense.   

Sin embargo, Trump defiende que está haciendo: “Lo que fui elegido para hacer, quitar a criminales de nuestro país, pero parece que las cortes no quieren que haga eso”. “Mi equipo es fantástico”, defiende, añadiendo que se les están deteniendo “en cada esquina por incluso la Corte Suprema de Estados Unidos”. También sostiene que “no se le puede dar a todo el mundo un juicio , porque hacer eso tardaría, sin exageraciones, 200 años”.

“No es posible hacer algo así”, ha afirmado el presidente estadounidense, mientras que a la vez ha cargado contra las cortes por estar “intimidados” por la “izquierda radical”. “Qué situación más ridícula es en la que estamos. ¡Haz a Estados Unidos Grande Otra Vez!”, zanja.

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