El Ejército de Israel ha expresado este jueves que descarta un alto el fuego en la Franja de Gaza, a pesar de las peticiones de diferentes agentes internacionales para llevarlo a cabo.

"No hay alto el fuego. Existen pausas tácticas locales limitadas en el tiempo y en la zona. También estamos proporcionando corredores humanitarios para que los civiles de Gaza se desplacen temporalmente hacia el sur, a zonas más seguras donde puedan recibir ayuda humanitaria", han expresado desde el Ejército israelí a través de un mensaje en redes sociales.

En el mismo sentido, las fuerzas israelíes han expuesto que la guerra contra Hamás "no es una guerra contra la población de Gaza", a pesar de que ya son más de 10.800 las personas que han muerto bajo los bombardeos y de que la muerte de civiles está siendo el principal rasgo de este conflicto.

División en el Gobierno de emergencia

En el seno del Gobierno de emergencia de Israel están comenzando a aflorar discrepancias. Sobre las mencionadas pausas humanitarias que el Ejecutivo israelí asegura estar aplicando, el titular de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, opina que "suponen un error especialmente grave" y asegura que "se debe continuar con los combates mientras se mantiene el corredor humanitario para facilitar el desplazamiento de residentes".

Sobre dichas pausas, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha expuesto que es un "paso significativo" y ha pedido que se establezcan pausas de tres días o "periodos más prolongados". Biden ya abogó por una pausa humanitaria en el territorio gazatí, pero ha puntualizado ahora que descarta el alto el fuego, por considerar que "ayudaría a Hamás y podría servir para legitimar sus ataques" al disminuir la intensidad de los ataques sobre Gaza.

Por otra parte, el presidente de Israel, Isaac Herzog, ha asegurado que Hamás no les ha hecho ninguna "propuesta real" de liberación de rehenes "a pesar de lo que se ha estado publicando en varios medios de comunicación". "No existe ninguna propuesta real que sea viable por parte de Hamás sobre este tema", ha expresado el presidente israelí en una entrevista para NBC desde su oficina en Jerusalén. A su vez, tampoco se conoce ninguna propuesta israelí para liberar a las personas de origen palestino que mantiene recluida en sus prisiones.

Al ser preguntado por si la falta de acuerdo en esta cuestión puede motivar al gobierno de Israel a llevar a cabo una operación militar específica para la liberación de rehenes, Herzog no ha respondido y ha indicado que por ahora estaban trabajando en vías que no llevasen a ese camino. "Estamos trabajando tanto en el frente militar como en todos los demás frentes para traerlos de regreso a casa", ha dicho Herzog, antes de justificar las más de 10.800 muertes por los bombardeos israelíes: "La dinámica de enfrentarse a un enemigo que se oculta bajo túneles e instalaciones civiles es imposible". "No habrá un alto el fuego hasta que los rehenes sean liberados. Los altos mandos deben intensificar su lucha contra el terrorismo", incidió por su parte el primer ministro, Benjamin Netanyahu. Cada miembro del gobierno de emergencia, con sus respectivos discursos y posturas, algunos, contradiciéndose mutuamente.

El ataque de Hamás el 7 de octubre en territorio israelí cercano a la Franja de Gaza dejó aproximadamente 1.400 muertos. En respuesta, un mes de bombardeos diarios, que ha dejado ya más de 10.800 víctimas mortales y otros 26.900 heridos.

Ataques a escuadrones en Líbano

Por otra parte, el Ejército de Israel ha afirmado haber atacado dos "escuadrones" en el sur de Líbano tras un ataque con dron desde el país vecino. "Durante las últimas horas, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han identificado y atacado dos escuadrones anticarro localizados en territorio libanés", han comunicado, sin dar datos de posibles víctimas mortales.

En la misma línea, el ejército sionista ha reconocido otro ataque contra posiciones militares en el monte Dov. En principio, las posiciones israelíes habrían sido vulneradas con un dron, y en respuesta, han cargado con fuego de artillería contra el punto desde el que el aparato ha sido soltado.

La frontera entre Líbano e Israel lleva siendo un punto de tensión desde hace décadas, y especialmente desde la entrada en la nueva fase del conflicto el 7 de octubre. El secretario general de Hezbolá, partido-milicia históricamente enemistado con Israel, Hasán Nasralá, destacó el viernes que "todas las opciones están sobre la mesa" para actuar contra el ente dirigido por Netanyahu.