El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha argumentado en un discurso de campaña que es necesaria una "pausa humanitaria" en el conflicto entre Israel y Hamás. El máximo mandatario estadounidense expuso también este miércoles que estaba ejerciendo presión sobre el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, para que efectuase este parón en la ofensiva y le diera "un respiro" al pueblo palestino. Discurso que, a su vez, fue interrumpido por un manifestante que clamaba por un alto el fuego completo, y no únicamente por un parón.

"Creo que es necesaria una pausa humanitaria", expuso el jefe de Washington. Unas palabras que suponen un cambio en las directrices de la Casa Blanca, ya que, desde que la guerra entró en esta nueva fase el pasado 7 de octubre, Estados Unidos se había mantenido en no cuestionar ni dictar la manera en la que Israel llevase a cabo sus operaciones militares. Ahora, con estas palabras, reclaman cierta moderación, después de que múltiples organizaciones internacionales e incluso países comenzaran a señalar los crímenes de guerra cometidos por el Estado de Israel y a cortar relaciones diplomáticas. Incluso algunos miembros del propio Partido Demócrata se han salido de la línea oficial y han asegurado que lo ocurrido en Gaza se trata de un castigo colectivo en el que están muriendo civiles inocentes, y que es hora de una tregua o de un alto el fuego.

Crisis humanitaria en Gaza

Con sus palabras, Biden pretende presionar a las autoridades israelíes a que den un paso atrás en la intensidad de sus operaciones. Ha pasado casi un mes desde que Hamás atacase a Israel y, desde entonces, no ha pasado un solo día sin que las Fuerzas de Defensa Israelíes bombardeen el territorio gazatí. Día tras día, cientos de explosiones se han ido cobrando la vida de, hasta ahora, casi 9.000 palestinos, de los que se estima que el 40% son niños. A su vez, los cortes de suministro eléctrico, de Internet, de agua potable y de alimentos, además de ser considerados crímenes contra la humanidad y contra el derecho internacional, han provocado una fortísima crisis humanitaria en un lugar que ya tenía serios problemas antes del 7 de octubre.

Por su parte, la Casa Blanca se ha negado a pedir un alto el fuego rotundo, pero ha señalado que los israelíes deberían considerar pausas humanitarias para permitir que los civiles reciban ayuda y que los extranjeros atrapados abandonen Gaza. Sin embargo, las palabras de Biden chocan con la acción política de Estados Unidos, que desde hace décadas, tiene un importante pupilo estratégico, económico y militar en Israel.

En cuanto al avance de las tropas israelíes, se estima que han avanzado cerca de Gaza tras combates con milicianos de Hamás. A su vez, el propio ejército israelí comunicó que se había dejado salir de la ciudad a varias centenas de extranjeros y palestinos gravemente heridos. Dichas personas cruzaron a Egipto a través del paso fronterizo de Rafá.

Por otra parte, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, expresó que Jack Lew, el nuevo embajador estadounidense en Israel, se desplazaría a la mayor brevedad posible a Oriente Medio, con el objetivo de "apoyar los esfuerzos estadounidenses para alcanzar la pausa humanitaria y evitar que las condiciones humanitarias que afrontan los civiles palestinos vayan todavía a peor".

Israel se resiste a obedecer a nadie

Sin embargo, todo apunta a que Israel va a hacer oídos sordos a estas recomendaciones y va a continuar llevando a cabo su incesante ofensvia. Dan buena pista de ello las palabras del embajador israelí en Estados Unidos, Michael Herzog, quien expuso a "The Hill" en NewsNation el miércoles: "No necesitamos que nos presionen". Declaraciones que van, precisamente, en la misma línea que las que se aportaron desde el Gobierno de emergencia israelí cuando se conoció que Washington estaba presionando a Israel para retrasar su ofensiva, y así defender sus propias posiciones en Oriente Medio: "Israel siempre actuará de acuerdo con sus intereses, y sin ser presionado por otros".

"No necesitamos que nos presione nadie porque ya estamos en ello. Estamos aumentando los suministros humanitarios a Gaza en aquellas áreas que están alejadas de Hamás en la parte sur. El número de camiones se duplica y va a aumentar cada vez más. Nosotros proporcionamos agua y ofrecemos otros tipos de suministros", argumentó Herzog.

"Además, estamos felices de ver que los extranjeros están saliendo de Gaza", añadió, sin referenciar a los civiles palestinos.