La guerra de las Malvinas fue un conflicto armado entre la Argentina y el Reino Unido ocurrido en 1982. Se disputó la soberanía de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, ubicadas en el Atlántico Sur, reclamadas de manera insistente por Argentina por herencia de la corona española y por proximidad geográfica. Ahora se cumplen 40 años de un conflicto que marcó un antes y un después en Argentina y el diario “Clarín” lo ha recordado publicando la serie "Cartas desde las Islas", una edición de la correspondencia enviada por 15 soldados y oficiales durante la Guerra de Malvinas.

El conflicto de las islas Malvinas (Falklands, en inglés) comenzó tras la orden del exdictador argentino Leopoldo Galtieri de ocupar las islas en posesión de Gran Bretaña desde 1833. Comenzó en abril con la ocupación de puerto Stanley por parte de 5.000 soldados del ejército argentino a las órdenes de la Junta Militar. La respuesta del gobierno británico, comandada entonces por la líder conservadora Margaret Thatcher, fue la de desplegar una enorme fuerza expedicionaria que en tan solo 10 semanas desalojó a las fuerzas argentinas.

74 días de batalla y rendición Argentina

Finalmente, el 2 de abril de 1982, tropas de la dictadura recuperaron por la fuerza las islas. Tras 74 días de batallas en tierra, mar y aire, la dictadura se rendía ante el enorme y preparado ejército enviado por Londres. Las batallas dejaron un trágico saldo de 649 argentinos y 255 británicos muertos y unas enormes heridas abiertas hasta hoy tanto de un lado como del otro. Ambos países cortaron relaciones diplomáticas hasta 1990.

Grandes países aliados con Gran Bretaña

Varios países europeos y americanos fueron aliados o colaboradores con Inglaterra. Ello le permitió doblegar la capacidad de lucha de Argentina. Francia, Estados Unidos, Chile, Uruguay y Brasil apoyaron a los británicos durante el conflicto.

Una guerra por razones de política interna de la Junta Militar argentina

La victoria británica precipitó la caída de la dictadura argentina. Más allá de la reivindicación argentina sobre las Malvinas sea justa, la Junta Militar argentina buscó en la guerra un robustecimiento de su mala situación política. Galtieri y sus generales provocaron una guerra ante la debilidad del Gobierno militar lleno de conflictos internos en el propio ejército, una creciente oposición social y política, un rechazo social incrementado por la cara evidencia de violaciones a los derechos humanos (30.000 desaparecidos y miles de muertos y torturados) y una situación de catástrofe de las políticas económica con tasas de desempleo gigantes, caída enorme del PBI y una inflación que llegó a ser en 1982 del 165 por ciento.

Irredentismo argentino sobre las islas

La ONU sigue considerando las islas con sus aguas circundantes como territorios disputados. Argentina considera que estos territorios están ocupados por un país invasor. Mantiene que estos archipiélagos forman parte de su provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Cuarenta años después, la disputa continúa y sigue abierto el conflicto territorial pues Argentina no deja de exigir la soberanía sobre las islas, cuyos habitantes insisten en que quieren seguir siendo súbditos británicos. Este pasado sábado 2 de abril se conmemoró en Argentina que las tropas de la dictadura recuperaron por la fuerza las islas.

He aquí una de las cartas que “Clarín” ha publicado con motivo del 40 aniversario dentro de la serie "Cartas desde las Islas", una edición de la correspondencia enviada por 15 soldados y oficiales durante la Guerra de Malvinas. En este caso se trata del joven soldado, Marcelo Daniel Massad.

Texto de la carta

“Puerto Malvinas. 27 de abril de 1982

Querida hermosa familia, ayer 26 de abril recibí la primera carta. Me llegaron las tres cartas juntas, la de ustedes, María Alicia y Vicki. Verdaderamente me puse muy contento. Por lo que dicen las cartas, todavía no han llegado mis otras dos cartas que les mandé desde las MALVINAS.

Estoy esperando ansiosamente una encomienda lo más completa posible. Mamá, si te animás, en la encomienda poneme una cámara fotográfica con varios rollos a color. ¿Sabés? Quiero llevarme grandes recuerdos.

Cambiando de tema, me puse muy contento cuando recibí la carta de María Alicia y el dibujo de José Pablo.

Papá, por favor quiero ver el 0 km cuando llegue. Ayer logré enterarme que Banfield perdió con Alte Brown ¡Qué desastre! Cada vez está haciendo más frío, en estos días seguro que empezará a nevar.

Me olvidaba, el otro día vino Galtieri y estuvo cerca nuestro al igual que el gallego Gómez Fuentes. En el avión que nos trajo a las Malvinas había un periodista que nos sacaba fotos, pero si les digo el nombre de una revista les voy a mentir.

Papá Coquito, si no puedo llegar a escribir otra carta te deseo Feliz Cumpleaños.

Quiero volver y abrazarlos a todos y no soltarlos más. Estando aquí estoy comprendiendo lo que es tener una familia, recién ahora me doy cuenta estando a tantos kilómetros. No les voy a mentir, cuando me puse a leer sus cartas empecé a llorar como un tonto. Me despido porque no tengo más espacio para escribir. Saludos. Todos.

PD: En la encomienda mándenme diarios y revistas, los más recientes posibles”

40 años guerra de las Malvinas: La carta de un soldado argentino a sus padres antes de morir: “Mandadme una cámara para llevarme grandes recuerdos”

A solo tres días de licenciarse

Marcelo Daniel Massad llegó a las islas el domingo de Pascuas de 1982. Al empezar la guerra, le faltaban solo tres días para ser dado de baja del servicio militar obligatorio. El lunes 5 de abril se presentó en el Regimiento de Infantería Mecanizado 7 de La Plata y no volvió más a su casa. Nueve días después, llegó a Malvinas.

Daniel había sido convocado en el verano de 1981 para recibir el número que definiría su destino durante el servicio militar obligatorio. Mientras esperaba en la fila, se encontró con un amigo y, para seguir charlando, le cedió su turno a la persona detrás de él. Ese chico recibió un número bajo, no tuvo que hacer la conscripción (servicio que se presta al Estado siendo soldado durante un período de tiempo). Daniel, en cambio, fue asignado al regimiento en La Plata desde donde partió a la guerra.

Luego de casi dos meses después de su llegada a las islas, el Regimiento de Infantería 7 de La Plata, al que pertenecía el soldado Massad, custodiaba el Monte Longdon, una ubicación clave en torno a la guarnición argentina, asentada en Puerto Argentino. En la noche del 11 de junio de 1982, comenzaba allí una de las batallas más cruentas de Malvinas. Durante casi 9 horas y entre fuego de morteros, relámpagos de bengalas y bayonetas, soldados argentinos y británicos lucharon cuerpo a cuerpo por Puerto Argentino.

Una ametralladora segó su vida con el rosario de su madre en la mano

Marcelo Daniel Massad fue uno de los caídos en la batalla. Aunque se había dado una orden de repliegue, Daniel continuó la marcha para comunicarle esa instrucción a otro grupo que no lo había escuchado. Fue entonces cuando una ráfaga de ametralladora le dio en el pecho. En la mano apretaba un rosario “doble”: había unido el que le entregó su madre Dalal antes de irse a las islas y el que había recibido del Ejército.
Dos días después de la muerte de Daniel, el 14 de junio de 1982, el gobernador militar de las islas, Mario Benjamín Menéndez, firmaba la rendición y el cese de hostilidades ante el comandante de las fuerzas terrestres británicas, Jeremy Moore.

Daniel era un hábil deportista y un fanático apasionado de Banfield. En su carta menciona que “logró enterarse” que su equipo había perdido. Antes de partir a Malvinas había conseguido jugar de arquero en las divisiones inferiores del club. En una de sus cartas, le pidió a su padre que hablara con la Comisión Directiva para que le reservaran su lugar en el equipo hasta su regreso y que se comprometía a defenderlo como estaba defendiendo las islas y a la Patria en Malvinas.

La familia Massad todavía vive en la casa de Banfield, donde mantienen intacta la habitación de Daniel. Los restos de Daniel descansan en el cementerio de Darwin.