El avión que ha trasladado a la difunta reina Isabel II de Edimburgo a Londres ya ha aterrizado y, el paso inmediato, es trasladar el féretro al Palacio de Buckingham, residencia principal de la Familia Real británica.

El protocolo que está siguiendo la Corona para dar entierro a la monarca más longeva del país aún no ha finalizado, ya que el funeral se celebrará el próximo lunes 19 de septiembre y, hasta entonces, quedan agendados más actos con motivo del luto. Tres días antes del entierro, se organizará una capilla ardiente durante 23 horas en el palacio de Westminster, donde también se encuentra el órgano legislativo del país.

De la despedida multitudinaria de Edimburgo al funeral en Londres

Durante los días que los restos de la difunta reina han reposado en la capilla ardiente de Edimburgo (Escocia) tras su traslado desde el castillo de Balmoral, más de 26.000 personas han desfilado en la capital para dar su último adiós a Isabel II.

La vigilia arrancó en presencia del rey Carlos III y de otros hijos de la difunta monarca y, durante toda la noche, el goteo de asistentes ha sido constante. Las autoridades estimaban en 45 minutos el tiempo de espera para acceder al interior del templo este martes por la mañana, según la BBC.

Ahora, con su aterrizaje en Londres, también se celebrará una ceremonia de despedida en la Abadía de Westminster el mismo día del funeral. Cabe destacar que este evento será el primero tras 262 años, desde 1760, cuando murió el último monarca inglés en este templo.

Durante ese mismo día, a las 12 horas, el Palacio de Buckingham ha convocado dos minutos de silencio en todo el país y, después del servicio de una hora, saldrá una gran procesión ceremonial que acompañará el ataúd de la madre del nuevo rey Carlos III hasta Hyde Park. Allí, el féretro de Isabel II será trasladado del carruaje de armas al coche fúnebre estatal, con el que se desplazará hasta Windsor.