Una imagen de la influencer ucraniana Marianna Vyshermirskv, a punto de dar a luz, dio la vuelta al mundo tras el ataque del Ejército ruso al Hospital de Mariúpol. La fotografía muestra a la mujer, envuelta en un edredón y con salpicaduras de sangre adornando su cuerpo. Dos meses después de la tragedia, la joven de 29 años ha concedido una entrevista a la televisión pública británica, desde donde ha denunciado las mentiras de la "propaganda" de Rusia.

Días después del ataque Marianna tuvo que enfrentarse a la desinformación. Desde Rusia utilizaron toda su artillería propagandística y acusaron a la joven de “actuar”, bajo las órdenes de Kiev. Los diplomáticos rusos han asegurado que ella había “interpretado”, no a una, sino a dos mujeres distintas.

En la entrevista concedida a la BBC, la mujer aseguró que recibió amenazas por parte de Rusia, adviriténdola de que irían a por ella y no solo la matarían, sino que también "cortarían en pedazos" a su hija. La joven ha rememorado el fatídico día en que se produjeron las dos explosiones que sacudieron el hospital. “El sonido estuvo resonando en mis oídos durante mucho tiempo”, relataba Marianna. En el momento de la deflagración, según recuerda, varias mujeres se refugiaron en el sótano con otros civiles mientras que ella, pese a un corte en la frente, salió por su propio pie del hospital.

Las fotos publicadas por Associated Press en sus redes sociales fueron tomadas mientras bajaba las escaleras para abandonar el edificio y fueron utilizadas por Rusia para su "campaña de desinformación". Las publicaron en un canal de Telegram posicionados a favor del Kremlin, donde insinuaban que era actriz y que había sido maquillada para fingir las heridas. Algunos altos funcionarios y medios estatales se hicieron eco de ello.

 Otra mujer que estaba embarazada en ese bombardeo no tuvo la misma suerte. Su imagen, mientras se trasladaba en camilla tras el bombardeo ruso, se hizo viral. Cinco días después se confirmó la noticia de que tanto la mujer como el bebé habían fallecido.