Julian Assange ha asegurado este lunes en una rueda de prensa que su abandono de la embajada ecuatoriana en Londres será “pronto”. A pesar de ello, el fundador de Wikileaks no aclara ni cuándo ni cómo será su salida. Deja en duda si se entregará para después ser extraditado a Suecia, o si tiene proyectado algún plan de fuga para así evitar a las autoridades británicas.



Su decisión no ha estado motivada por razones de salud
Acompañado del ministro de asuntos exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, ha comparecido este lunes ante los medios. Assange ha admitido que el fin de su reclusión esta cerca “pero no por las razones que han publicado los medios de Murdoch y Sky”. Esas razones están relacionadas según publicaba “The Mail on Sunday”, por un empeoramiento de su estado de salud. Es cierto que durante los dos años en los que ha estado en la embajada ha desarrollado complicaciones de pulmón, arritmia cardiaca e hipertensión. Todos estos problemas derivados principalmente de la falta de luz solar, según se quejaba él mismo.

Assange tiene citas pendientes con la justicia sueca y estadounidense
El creador de Wikileaks está reclamado por las autoridades suecas para ser juzgado por presuntos delitos de abusos sexuales. Además, Assange teme que una vez allí sea extraditado también a las autoridades suecas a Estados Unidos, donde se le acusa de difundir información confidencial. La única opción que tiene para evitar ser detenido es exiliarse a Ecuador, país que le ha concedido protección estos dos años. Assange ha solicitado a las autoridades policiales británicas que no le detuvieran camino del aeropuerto en caso de tomar esta última decisión.