La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha instado a la comunidad internacional a implementar "un cambio de mentalidad" respecto a Siria, con el fin de mejorar las condiciones de vida en el país y evitar una crisis humanitaria de mayor magnitud. En paralelo, ha lanzado una advertencia contra lo que denomina "un retorno masivo inducido" de refugiados, una medida que podría generar nuevas tensiones y desestabilizar la región.

Según Gonzalo Vargas Llosa, representante de ACNUR en Siria, las necesidades del país son inmensas, especialmente en sectores como infraestructura, educación y salud. Sin embargo, el énfasis mayor recae en la creación de empleo. Vargas Llosa sostiene que para facilitar el regreso seguro y sostenible de los refugiados es indispensable una inyección masiva de apoyo económico por parte de la comunidad internacional, mucho mayor a los actuales niveles de asistencia.

El contexto actual en Siria es crítico. Desde el inicio del conflicto en 2011, el país ha quedado devastado, con 16 millones de personas dependiendo de ayuda humanitaria y millones más desplazados, tanto dentro como fuera de sus fronteras. “No es viable pensar en un retorno masivo de refugiados sin antes reconstruir la economía y la infraestructura”, subrayó Vargas Llosa. Además, destacó que los programas de ayuda actuales solo proporcionan apoyo humanitario básico, insuficiente para garantizar una vida digna o fomentar la autosuficiencia.

El llamado de ACNUR también se dirige a los países que actualmente acogen refugiados sirios, como Líbano, Turquía, Irak y Jordania, así como a Europa. Vargas Llosa enfatizó la importancia de actuar con cautela y evitar decisiones precipitadas. “Un retorno masivo sin las condiciones adecuadas no solo pone en riesgo a los refugiados, sino también a la estabilidad del país que los recibe”, alertó.

La situación política también juega un papel crucial. Desde la reciente caída del régimen de Bashar al Assad, el país enfrenta una fase de transición liderada por nuevas autoridades. Aunque este cambio ha generado expectativas, Vargas Llosa insistió en que es demasiado pronto para evaluar si se consolidará una paz duradera. “La clave está en garantizar una transición política pacífica”, afirmó.

ACNUR ha comenzado a reactivar sus programas en Siria tras la mejora de las condiciones de seguridad en regiones como Damasco, Alepo y Homs. No obstante, los desplazamientos recientes, incluidos los de unas 600.000 personas provenientes de Líbano y un millón debido a ofensivas armadas, han aumentado la presión sobre el sistema humanitario.

La agencia también confirmó contactos con las nuevas autoridades sirias, quienes han mostrado disposición para colaborar con organismos internacionales y respetar los principios humanitarios de imparcialidad y neutralidad. Sin embargo, Vargas Llosa reiteró que es fundamental garantizar la seguridad y condiciones dignas para todos los sirios, sin importar su filiación política, étnica o religiosa.

Por último, el representante de ACNUR destacó las expectativas de los refugiados. “Ellos quieren una transición pacífica, trabajos y la posibilidad de reconstruir sus vidas”, concluyó, haciendo un llamado a la comunidad internacional para que mantenga su compromiso con los refugiados y redoble esfuerzos en la reconstrucción de Siria.