Este domingo Italia marca un antes y un después en la historia del país. Las urnas han elegido mayoritariamente a la neofascista Giorgia Meloni, líder de Hermanos de Italia (Fratelli d’Italia). Después de 79 años de haber derrotado al fascismo, poniendo fin a la dictadura de veinte años de Benito Mussolini, los ciudadanos italianos le vuelven a dar la mano al fascismo en un contexto en el que Europa está experimentando el auge de la extrema derecha de nuevo.

Hermanos de Italia es una formación nacida de la escisión del centro-derecha de Silvio Berlusconi y que en apenas diez años ha pasado de ser una anécdota nacionalista, ultraconservadora y antieuropea a posicionarse como la favorita y salir como vencedora en las urnas. Su candidata se ha reservado la última hora para votar, que en Italia es a las 23:00 horas, para votar y “hacer historia” en su país.

Estas elecciones, anticipadas tras la caída del Gobierno de unidad nacional que lideró el exbanquero Mario Draghi hasta el pasado mes de julio, cuando presentó su renuncia al perder los apoyos del parlamento, han sido la prueba definitiva de la ferviente carrera que ha experimentado Hermanos de Italia desde su fundación.

Meloni, de 45 años, ha llegado a esta jornada electoral con todos los sondeos a su favor y se ha especulado con una posible alianza para gobernar con la formación antiinmigración Liga de Matteo Salvini y los conservadores de Forza Italia de Silvio Berlusconi. “En Europa temen que yo gobierne… Se acabó la fiesta. Italia va a comenzar a defender sus propios intereses nacionales”, aseguraba durante la campaña con un tono decido y tajante.

Aunque la mayor parte de la vida de Meloni ha estado ligada a la política, no ha sido hasta la actualidad cuando su carrera se ha alzado hasta lo más alto de la popularidad mediática. Que sea hija de madre soltera y trabajadora desde muy joven ha ayudado a la candidata a verla como una figura firme, una política poco convencional y que no responde a los estándares de los rostros clásicos de la ultraderecha.

Su popularidad es tal que su libro de memorias (Io sono Giorgia. Le mie radici le mie idee) se ha convertido en uno de los best-sellers de no ficción de los últimos tiempos en Italia. De cara a estas elecciones, Meloni ha escogido el eslogan “Dios, patria y familia”, heredado del fascismo de los años 30. Sobre él, la ultraderechista ha dicho que es “el más hermoso manifiesto de amor” y que ella es “heredera de una tradición, una cultura, una identidad y una pertenencia”.

Sintonía con Vox

La sintonía entre Giorgia Meloni y Vox, su homólogo en España, se ha dejado ver en los últimos años y no han tratado de ocultarlo. La ultra italiana transmitió abiertamente su apoyo a su “amiga” Macarena Olona y su “amigo” Santiago Abascal. Así, aseguró que la victoria de su partido en Italia “puede abrir el camino a algo similar en España dentro de unos meses” con su aliado, Vox.

“En tiempos difíciles como los que estamos viviendo, la concreción y el pragmatismo de los conservadores son mucho más efectivos que las recetas ideológicas de la izquierda”, aseguró en una entrevista con la agencia Efe. Y es que pasó a ser conocida en España tras el incendiario discurso que pronunció en un mitin en Marbella el pasado mes de junio.

“Tuve una larga llamada telefónica con Santiago Abascal, como sucede a menudo. Nos une el respeto mutuo, la amistad y la lealtad. Nos hace gracia el hecho de que en Italia la izquierda use a Vox para atacar a Hermanos de Italia y en España se use a Hermanos de Italia para atacar a Vox. Tal vez no seamos esos monstruos que cuentan”, añadía al explicar la razón por la que Abascal no ha ido a Italia a apoyarla en esta campaña.

La sintonía es mutua y la semejanza entre sus políticas e ideales es real. Ambos rechazan la inmigración, defienden la familia tradicional, niegan la desigualdad entre hombres y mujeres… “Sí a la familia, no a los lobbies LGTB; sí a la igualdad, no a la ideología de género; sí a la vida, no a la cultura de la muerte; sí a las fronteras seguras, no a la inmigración masiva; sí a la soberanía, no a quien la destruye”, difundió el propio Vox en sus redes sociales en apoyo de Meloni.