La crisis en Italia se intensifica. El primer ministro transalpino, Mario Draghi, ha anunciado este jueves, de nuevo, su dimisión tras perder en el Senado el miércoles la mayoría parlamentaria que le sustentaba. El exdirigente del Banco Central Europeo (BCE) acudirá próximamente a comunicar su renuncia a Sergio Mattarella, quien se espera que convoque elecciones anticipadas, aunque no se descarta que le encargue la búsqueda de nuevos apoyos para agotar la legislatura. 

El primer ministro italiano ha anunciado que en breve comunicará su renuncia al jefe del Estado, quien ya rechazó su primera dimisión. Mattarella, a pesar de que se espera que la convocatoria de elecciones anticipadas, podría encargarle una búsqueda de una mayoría alternativa y lo suficientemente fuerta para agotar, al menos la legislatura. No obstante, esta tarea se podría otorgar a otra persona de un perfil similar al de Draghi

La segunda dimisión de Draghi en una semana se produce tras el abandono de las fuerzas de la derecha durante la moción de confianza de este pasado miércoles en el Senado. La Forza Italia de Silvio Berlusconi, la ultraderechista Liga de Matteo Salvini y el populista Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Giuseppe Conte retiraron sus apoyos al que fuera presidente del BCE, forzándole a una segunda renuncia que, a priori, se antoja irrevocable.

Abandono de la derecha

El pleno en la Cámara se reanudará a las 12:00 horas de este jueves y concluirá el proceso parlamentario que comenzó en el Senado italiano a instancias del presidente de la República, quien rechazó su dimisión la pasada semana y le encomendó la reconstrucción de la coalición. 

Draghi acudía al Senado precisamente para tender nuevos puentes con la coalición. O, mejor dicho, repararlos y fortificarlos. Sin embargo, el primer ministro italiano se apuntó un nuevo fracaso a su libreto y abandonó la Cámara tras conocer las intenciones de sus socios parlamentarios y en los prolegómenos de la votación final, que se saldó con 95 votos a favor y 38 en contra

 

 

El germen de la crisis

La zozobra transmutó a crisis nacional la pasada semana, cuando el M5S de Conte no votó una moción de confianza y se desligó del resto de sus socios. La maniobra de los populistas forzó al primer ministro italiano a presentar una dimisión que, horas después, no aceptó el presidente de la República. 

Mattarella, tras rechazar su renuncia, le urgió a buscar una solución en la Cámara, que se inició este miércoles en el Senado y prosigue este jueves el parlamento. Una tarea titánica, pues las diferencias entre el M5S y el resto de la derecha parlamentaria se antojan irresolubles. 

 

La fórmula para zanjar la crisis institucional pasaría por la convocatoria de elecciones anticipadas. Al menos así lo entienden tanto Silvio Berlusconi como Matteo Salvini. Los comicios podrían celebrarse en los albores del mes de octubre y es la opción que exige desde hace días la que es socia electoral de este último, la ultraderechista Meloni, que encabeza la práctica totalidad de los sondeos.