El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro (Ciudadanos), ha entrado a primeras horas de este lunes en la sede de los juzgados por la puerta de atrás y tras declarar ante el juez en calidad de investigado por la presunta falsificación de la lista electoral de Cs en las elecciones del 26 de mayo, ha salido por la puerta principal mientras situaba a sus escoltas como "cebo" por la puerta trasera, a fin de evitar que se tomara su imagen en los tribunales.

En una rueda de prensa posterior para hablar de otros asuntos, Eduardo de Castro ha admitido que ha jugado al despiste con los medios de comunicación "porque ustedes buscaban mi imagen entrando y saliendo de los juzgados y yo os lo tenía que poner difícil" al sostener que detrás de esta situación "está Vox, que miente más que habla".

La guerra que PP y Vox libran con el candidato naranja viene de largo​. Desde que Juan José Imbroda, presidente autonómico desde hacía 19 años, fuera apartado con un pacto de Ciudadanos con Coalición por Melilla y el PSOE, la familia Imbroda vive con intereses enfrentados.

Mismo apellido, intereses enfrentados

Este miércoles se ha conocido que Javier Imbroda es uno de los nuevos fichajes de la dirección nacional de Ciudadanos. Bajo la batuta de Juanma Moreno (PP) al frente de la región, el consejero es uno de los cinco altos cargos de la formación naranja en el gobierno cooperativo de azules y naranjas sostenido por los votos (y algún que otro documento compartido) de la extrema derecha española. Así las cosas, la nueva incorporación engrosa aún más las filas después de que Marcos de Quinto, Edmundo Bal y Joan Mesquida también lo hicieran.

A cerca de 500 kilómetros y con el mar de Alborán en el centro del trazo, su hermano Juan José Imbroda defiende las siglas del PP. “Socio preferente” en la mayoría del globo, Melilla ha sido un paradigma para el ya expresidente regional.

Tanto es así que las cámaras captaron un momento de verdadera tensión, en el que el popular se encaró con su homólogo y sustituto al frente del Ayuntamiento tildándolo de “traidor”. Frente al revuelo, los dirigentes de PP y Cs abandonaron la sala.

El traspaso de poderes de Melilla ha sido el más bronco de estas elecciones. Ni siquiera ahora, un mes después de la celebración de los comicios, el popular ha abandonado la idea de gobernar la ciudad autónoma. Su principal argumento, presentado incluso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), es que De Castro no se presentó formalmente como candidato.