Javier Imbroda ha decidido dar un paso adelante en Ciudadanos y pasar a la afiliación activa. Al igual que otros dirigentes de peso dentro de la estructura orgánica del partido, el consejero de Educación y Deportes de la Junta de Andalucía ha decidido contestar a los críticos de Rivera y a las dimisiones sufridas por los naranjas dejando las medias tintas y afiliándose de pleno derecho en la formación.

El dirigente lo confirmó en su cuenta personal de su cuenta personal de Twitter: “Entré en política como independiente creyendo en el liderazgo de Albert Rivera y el proyecto liberal de Ciudadanos. Hoy me afilio porque creo aún más en ese liderazgo y en un proyecto necesario para la España del siglo XXI”, argumentó.

Bajo la batuta de Juanma Moreno (PP) al frente de la región, el consejero es uno de los cinco altos cargos de la formación naranja en el gobierno cooperativo de azules y naranjas sostenido por los votos (y algún que otro documento compartido) de la extrema derecha española. Así las cosas, la nueva incorporación engrosa aún más las filas después de que Marcos de Quinto, Edmundo Bal y Joan Mesquida también lo hicieran.

Mismo apellido, diferentes intereses

A cerca de 500 kilómetros y con el mar de Alborán en el centro del trazo, su hermano Juan José Imbroda defiende las siglas del PP. “Socio preferente” en la mayoría del globo, Melilla ha sido un paradigma para el ya expresidente regional. Tras 19 años al frente de la Asamblea melillense, un pacto entre Cs, Coalición por Melilla y el PSOE hizo de Eduardo de Castro, candidato naranja, nuevo regidor sobre la bocina y ante la perplejidad de un visiblemente contrariado Imbroda.

Tanto es así que las cámaras captaron un momento de verdadera tensión, en el que el popular se encaró con su homólogo y sustituto al frente del Ayuntamiento tildándolo de “traidor”. Frente al revuelo, los dirigentes de PP y Cs abandonaron la sala.

El traspaso de poderes de Melilla ha sido el más bronco de estas elecciones. Ni siquiera ahora, un mes después de la celebración de los comicios, el popular ha abandonado la idea de gobernar la ciudad autónoma. Su principal argumento, presentado incluso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), es que De Castro no se presentó formalmente como candidato.