Nuevo rifirrafe en el seno del Partido Popular. El culebrón de Extremadura y de la lideresa del PP en la mentada autonomía, María Guardiola, no parece llegar nunca a su fin. En esta ocasión, ha sido la propia dirección nacional del partido, mediante la figura de Alberto Núñez Feijóo, quien ha echado nueva leña a las brasas. El líder de los 'populares' ha declarado, en una entrevista con OkDiario, que la actuación de Guardiola al plantarse ante Vox por sus postulados homófobos y machistas, fue "visceral y poco racional".

Unas palabras que, aparte de revivir el estereotipo machista y desfasado de la irracionalidad de las mujeres, han ido acompañadas de la respuesta de la propia Guardiola, quien, probablemente por no querer granjearse un mayor número de problemas, ha dado la razón al jefe de los 'populares'.

"Vox acepta, en principio entrar al Parlamento extremeño y quedarse como segundo. Presidir la cámara, tener puesto en la Mesa y un senador que corresponde al PP nombrar, pero que se lo pasamos. Trasladamos a Vox el pacto y cuando está prácticamente cerrado llegan las autoridades nacionales de Vox y dicen que no. Y la reacción de María Guardiola pues fue dura, quizá demasiado emotiva, quizás un poco visceral y un poco menos racional, y hace unas declaraciones muy duras en contra de Vox", expresa Feijóo en la entrevista.

La respuesta de Guardiola no se ha hecho esperar: "Es cierto que soy una persona muy pasional, muy emocional, y probablemente mi reacción fue poco racional. Pero dije lo que pienso, y mis valores están intactos", ha expresado durante la ronda de preguntas posterior a un acto del PP en la mañana de este miércoles. Se abre, así, un nuevo frente de tensión entre esta alegada 'irracionalidad' y la dirección nacional del PP, que considera que expresar que Vox es un partido machista, xenófobo y homófobo, son "declaraciones muy duras" contra ellos.  

Por otra parte, la candidata 'popular' también ha respondido al presidente en funciones de la Junta y ganador de las últimas elecciones, Guillermo Fernández Vara, quien retiró este martes su investidura y calificó el acuerdo entre el PP y Vox como "un pacto de perdedores". "Aquí el único que ha perdido es él. Los perdedores no plantean ni asumen una investidura si no la van a ganar y a salir con el cargo designado", ha reprochado.

"Vara salió la noche electoral, hay que recordarlo, diciendo que había perdido, despidiéndose de los extremeños y asumiendo que le habían dicho que no querían que fuera más el presidente de esta región. Por tanto, no hay nada que decir sobre su renuncia", ha expresado.

"Yo desde luego no me presentaría a una investidura si no tuviera los apoyos para sacarla adelante. Por tanto, lo que me considero es una afortunada por poder cambiar junto a un gran equipo los designios de mi tierra", ha expresado, sintiéndose ahora orgullosa de los mismos pactos con Vox que despreciaba durante las anteriores semanas.

"Los extremeños son más importantes que mi palabra"

En menos de diez días, María Guardiola pasó de plantarle cara a la extrema derecha a abrirles la puerta de las instituciones de par en par, entregando el hacha de guerra ante la dirección nacional del PP. La baronesa conservadora claudicó y se impuso el criterio de Génova y el "trazo gordo" frente a su rechazo frontal a conformar un Gobierno con Vox. Tal y como verbalizó ante los medios de comunicación tras sellar el acuerdo con la ultraderecha, su palabra “no es tan importante como la vida de los extremeños”. Declaración que sintoniza con la concatenación de sucesos desde aquel 20 de junio, en el que se erigió como un parapeto al “negacionismo” de los que a partir de ahora serán sus socios en el Ejecutivo regional.

El veto de la baronesa a Vox se topó con los deseos de la séptima planta de Génova y así lo ha expuesto reiteradamente ante los medios de comunicación. “Mis principios están intactos" se ha convertido en la frase más reiterada de la líder del PP extremeño, que parece que ha sugerido que el escenario extremeño ha sido objeto de un “profundo objeto de reflexión” en el seno de su partido, quienes ahora se muestran “satisfechos” de haber garantizado “el cambio” en Extremadura, “feudo tradicional del Partido Socialista”. He aquí donde ahora convergen tanto la líder popular como el dirigente regional de los ultras, Pelayo Gordillo; el punto que entierra la “palabra dada” por Guardiola.